jueves, 31 de enero de 2013

Bunker de la Guerra Civil ahora visitable


Artículo publicado en EL PAIS por Rafael Fraguas el 26 de enero de 2013

"El búnker abre sus puertas"


A partir de hoy, lugareños y forasteros pueden visitar en la localidad madrileña de Colmenar del Arroyo, a 50 kilómetros de Madrid en dirección a San Martín de Valdeiglesias, una de las fortificaciones bélicas mejor conservadas de las construidas en la región durante la Guerra Civil finalizada en 1939. El baluarte acaba de ser integrado en el Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid, que incluye 18 enclaves de alto valor arqueológico que abarcan desde la prehistoria hasta el siglo XX.
El fortín colmenareño, de excelente calidad documental por su estado de conservación, es el primer elemento arqueológico contemporáneo incorporado al Plan de Yacimientos Visitables, un programa arqueológico iniciado hace una década, que ha implicado un desembolso de 5,8 millones de euros; concierne a 26 municipios de la región y se propone recuperar la historia local y estimular el turismo cultural hacia las localidades pequeñas de la Comunidad de Madrid.
Así lo anuncia la consejera de Empleo, Turismo y Cultura del Gobierno regional, Isabel Mariño, que en la mañana de ayer inauguró las visitas al fortín junto con una treintena de alcaldes de la zona y de otras áreas.
El bastión de Colmenar del Arroyo recién reinaugurado y denominadoBlockhaus 13, fue construido en dos meses a partir de diciembre de 1938 por una compañía de zapadores del Ejército de Franco sobre uno de los márgenes de la carretera que une Fresnedillas con Colmenar del Arroyo. Su finalidad era la de albergar una treintena de combatientes que tenían la encomienda de detener un posible avance de las tropas republicanas. De unos 13 metros de diámetro, se distribuye en cuatro semiesferas blindadas de piedra y hormigón común, provistas cada una de troneras apaisadas e invertidas para fusilería y ametralladoras, orientadas en cuatro direcciones. Un deambulatorio conecta las estancias. El baluarte, surcado por pasillos de menos de dos metros de altura, se muestra forrado con una capa de piedra y hormigón de hasta 80 centímetros de espesor capaz de resistir artillería de proyectiles de hasta 155 milímetros de calibre.
Las estancias han sido saneadas de los lodos y grafitis que las embadurnaban, en una actuación de la Dirección General de Patrimonio de la consejería. El acceso, bajo tierra, está reforzado con hormigón armado. Las visitas son libres y gratuitas.


Robert Adams: el lugar donde vivimos. Expo en el Reina


Artículo publicado en EL PAIS por Elsa Fernandez-Santos el 15 de enero de 2013

"La gran novela americana es una foto"


Los ríos, los álamos y chopos, los caminos y carreteras, el tendido eléctrico, los bosques talados, el cementerio, la escuela abandonada… quizá la gran novela americana no está en manos de un escritor sino en la mirada lacónica, concisa y austera de un fotógrafo solitario, Robert Adams, el hombre que lleva cuatro décadas (nació en Nueva Jersey en 1937 y hoy vive en la otra punta del mapa, en el noroeste de Oregón) intentado escrutar el paisaje de las llanuras. Su primera retrospectiva en Europa, desde ayer y hasta el 20 de mayo en el Museo Nacional Reina Sofía, brinda todo el dolor, conocimiento y épica que requiere uno de los misterios más insoldables de la cultura moderna: el Oeste Americano. “En este paisaje el misterio es una certidumbre, una certidumbre elocuente”, escribe el fotógrafo, poco amigo de viajar más allá de su territorio.
Robert Adams: el lugar donde vivimos ocupa 10 salas de la tercera planta del Reina Sofía. Más de 300 fotografías de pequeño formato y más de 40 libros dispuestos en un espacio expositivo que, como el paisaje que describe Adams, resulta tan luminoso como huraño. Al llegar, uno solo percibe la inmensidad, pero al acercarse a las series de fotografías (que requieren tiempo y foco), las imágenes dejan de ser diminutos puntos en ese mapa que nos guía de sala en sala, de pueblo en pueblo, de historia en historia. La vastedad del territorio se resuelve entonces como la del propio hombre, el que mira y el que dispara. “Las fotografías de Adams se leen”, afirma Joshua Chuang, comisario de la exposición y uno de los responsables de la catalogación de su obra en la Yale University Art Gallery. “El montaje de esta exposición es el más hermoso que jamás he visto de Robert Adams, es una novela épica de la historia de Estados Unidos. Cada sección es un capítulo de esa gran historia. Un recorrido íntimo, sin más información que algunos textos del propio artista, que nos lleva a preguntarnos por los lugares donde vivimos”.
'Kerstin junto a un tocón maduro, Coos County, Oregón', 1999-2003, de Robert Adams. / YALE UNIVERSITY GALLERY
Chuang explica que la idea del título de la exposición, esos “lugares donde vivimos”, surge del prefacio que el crítico e historiador John Szarkowski, director del Departamento de Fotografía del MoMA entre los años sesenta y noventa y uno de los impulsores de la carrera de Adams, escribió para el fotolibro New West(1974): “Su moral es que el paisaje es para nosotros el lugar donde vivimos. Si lo hemos usado de mala manera no podemos despreciarlo sin despreciarnos a nosotros mismos. Si hemos abusado de él, destruido su salud y construido en él monumentos a nuestra propia ignorancia, sigue siendo nuestro lugar, y antes de poder seguir adelante tenemos que aprender a amarlo”.
Adams fue un niño enfermizo que a los 15 años se trasladó con su familia al estado de Colorado. Ahí descubre las grandes llanuras y ahí descubre también la incontrolada mano del hombre en la ciudad de Colorado Springs. Se traslada a California para estudiar literatura y regresa en los años sesenta a Colorado como maestro. “Al igual que muchos otros fotógrafos, comencé a hacer fotografías porque quería documentar aquello que contribuye a la esperanza: el insondable misterio y la apabullante belleza del mundo”, escribe Adams. “Sin embrago, a lo largo del camino la cámara captó también pruebas en contra de la esperanza, y al final concluí que también eso formaba parte de las imágenes si quería que fueran veraces y útiles”.
“En 1975, la exposición Nuevas topografías: fotografías de paisajes alterados por el hombre cambió la percepción del paisaje que hasta entonces ofrecía la fotografía”, explica Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía. “Estaban Nicholas Nixon, Lewis Baltz, Bernd y Hilla Becher... pero por encima de todos destacó Robert Adams, un fotógrafo que sigue siendo un desconocido en nuestro país. No hay concesión romántica ni idealista en su trabajo. Su realidad es la de un cartógrafo. Trabaja como un antropólogo o etnólogo, a la manera que expresó Lévi-Strauss”. “El paisaje”, añade, “es el elemento que le permite cuestionar la modernidad. En su trabajo hay belleza, tragedia, desesperanza y esperanza. Nada más cercano a la actualidad”.
Una contradicción que el propio Adams apunta en un texto situado al final del recorrido, que para João Fernandez, nuevo subdirector del centro, concentra “la ética” de su obra. En el prefacio de su libro The place we live, Adams cita un verso de Hölderlin (“vivir es defender una forma”) que le podría servir, dice, de “epígrafe”: “A lo largo de la historia, el arte ha sido un elemento de esa defensa, un testimonio de nuestros esfuerzos por encontrar la armonía en las contradicciones aparentes”. Y así vuelve a las mismas preguntas: “¿Por qué lo arriesga todo el autor? ¿Por unos sucesos que no puede tolerar? ¿Por una promesa? ¿Por una persona, una estación o un libro? ¿Por un árbol o una carretera?”
En uno de sus viajes a Keota, Colorado, Adams se encontró con la tumba de un hombre que había conocido en las llanuras. En la lápida puso: “Clyde L. Stanley. Keota, mi hogar durante 63 años”. El laconismo de la frase fascinó al fotógrafo. “Seguramente reflexionó mucho antes de decidir que era lo más imporante, y supongo que recordaría la ventisca que había contemplado a través de las ventanas, el aroma de la salvia después de los aguaceros de verano, las conversaciones que había mantendo con los vecinos. El lugar: él era ese lugar a través del amor que le profesaba”.
Después de todo, a la gran novela americana quizá le basten unas pocas palabras.


Arte para denunciar “el tocomocho de las élites de la Transición”


Artículo publicado en EL PAIS por Ángeles García el 15 de enero de 2013

Arte para denunciar “el tocomocho de las élites de la Transición”



En la década de los ochenta, Jorge Galindo (Madrid, 1965) y Santiago Sierra (Madrid, 1967) sembraban la capital de rotundos grafitis firmados por Comando Madrid. Después, poco a poco, las carreras de ambos artistas se dieron a conocer por todo el mundo bajo diferentes soportes pero con una común preocupación política frente a los desastres planetarios. Con unos planteamientos cada vez más radicalizados, Sierra y Galindo vuelven a la palestra artística con una exposición que este jueves 17 se inaugura en la galería Helga de Alvear y que no va a dejar indiferente a nadie. Bajo el título de Los encargados, utilizan pintura, fotografía y vídeo para denunciar a los responsables del desastre económico y social que ha llevado a España a los seis millones de parados y a un nivel de pobreza espeluznante. Como remate, Santiago Sierra presenta el martes 22 en la galería Ivorypress laperformance El trabajo es la Dictadura con 30 trabajadores contratados por el salario mínimo interprofesional cuya labor consistirá en rellenar a mano mil ejemplares del último título de la colección LiberArs LiberArscon la frase "El trabajo es la Dictadura".


La pieza central de Los encargados es un vídeo de cinco minutos de duración, rodado en blanco y negro con sonido ambiente y con laVarsoviana soviética como música de fondo. Rodado durante la madrugada del 15 de agosto del pasado verano, las imágenes muestran una procesión de siete coches oficiales coronados con gigantescos retratos colocados boca abajo y pintados también en blanco y negro. En el primero se ve al rey Juan Carlos. Le siguen los rostros de los presidentes de los sucesivos Gobiernos desde la Transición: Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Son, en palabras de Sierra, las caras visibles del régimen, "las de los encargados de representar los intereses de la banca, del Pentágono, de Roma, de los terratenientes, del Ejército"... Galindo declara que todos ellos son responsables de "políticas asesinas". "Hay que decirlo muy claro: hay gente muriendo y otros miles robados y echados de sus casas. El mal tiene un principio y nosotros estamos hablando del tocomocho de la Transición, dirigida por las élites políticas del franquismo para perdurar hasta nuestros días. Señalamos a los encargados del gran timo".
Dividida en tres partes, la exposición ocupa las dos plantas de la galería Helga de Alvear. En la planta baja están las pinturas y el vídeo. Arriba, las fotografías. Todas las piezas están firmadas conjuntamente por los dos artistas. Por correo electrónico, ambos explican que el proyecto surgió hace un año. "La propaganda del actual régimen político", explica Sierra, "ha utilizado machaconamente las imágenes de sus caras más visibles para tejer su cuento de democracia". "La propaganda del régimen es machacona o cuántas veces no ha oído usted la palabra campechano o las palabras transición ejemplar. Bueno pues esto es contrapropaganda, nuestra revancha a toda una vida bajo su propaganda". Galindo no se queda atrás y precisa estos siete personajes son los que "han estado a la cabeza de partidos políticos que son sociedades pseudomafioso-financieras, sus jefes banqueros serían otra pieza". "En cuanto al Rey, es el primer encargado del trile de la Transición, su primer encargo todos sabemos de quién lo recibió, después ha tenido más".
La ocupación de la Gran Vía madrileña con los coches y los retratos, además del equipo del rodaje fue recogido en su momento por algunos curiosos, pero a los artistas no les consta ninguna reacción. "La delegada [del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina] Cifuentes no se debió enterar o estaba de vacaciones, fue el 15 de agosto, el rodaje estaba muy preparado y tuvimos la Gran Vía para nosotros solos", recuerda Galindo. La policía estaba en otro lado de la ciudad, en La Latina, con la procesión de la Almudena, protegiendo a la alcaldesa [Ana Botella] de la bronca que se estaba llevando con los bomberos. Esto nos permitió un rodaje muy tranquilo". Santiago Sierra añade que no hubo incidentes porque la gente "no es como la pintan en televisión, nadie te va a armar un escándalo por defender a estos tipos". "La población española es pacífica".
¿Creen que el mundo del arte está a la altura de las circunstancias o los seis millones de parados requerirían más atención? Sierra responde que él no es quien para "decirle al mundo del arte lo que tiene que hacer". "Cada uno verá lo qué hace o no hace. Además, al mundo del arte tampoco le agradan las sugerencias. Los seis millones de parados necesitan autoorganizarse para generar sus propios medios al margen del Estado y el capital o todo lo al margen que se pueda; asociarse y luchar juntos por no tener que pedirle trabajo a nadie. No es toda nuestra atención lo que necesitan".

Pérdida de derechos

Ambos se muestran preocupados por la pérdida de derechos ciudadanos y la represión contra quienes participan en movilizaciones en la calle. "Rajoy está utilizando la crisis y su mayoría absoluta para convertir al Estado en un régimen autoritario y como tal están saldando cuentas pendientes", dice Galindo. "Este no es un país libre. Opinar sobre esto es punible ahora en la legislación española", remata Sierra.
El final de esta situación no parece estar a la vuelta de la esquina. Galindo opina que "lo único que puede cambiar este sistema político-financiero tan injusto es el poder y la organización de la gente". "Cada vez que oigo a un político hablando de la crisis, se me revuelven las tripas. Es el zorro cuidando de las gallinas. Lo grave es que sus mentiras matan a la gente".
Por contradictorio que a algunos les pueda parecer, el trabajo de ambos artistas es seguido con gran interés por el mercado del arte. ¿Quienes son los coleccionistas de sus obras? ¿Mantienen relaciones con ellos o de eso se ocupa la galería que les representa? Sierra no duda en responder: "Nuestros coleccionistas son unas personas muy inteligentes y con un extremado buen gusto y con quienes mantenemos unas excelentes relaciones tanto nosotros como nuestras galerías".

Sobre la cubierta de las Ventas


Artículo publicado en EL PAIS por Patricia Peiró el 28 de enero de 2013:

"Paralizado el proyecto de cubrir Las Ventas tras desplomarse la estructura"


"Como un paracaídas que se ha desinflado". Así ha definido José Luis Blanco, gerente de Taurodelta —empresa que gestiona la plaza de toros de Las Ventas—, el estado en el que ha quedado la nueva cubierta móvil que se estaba instalando en el coso madrileño. Esta madrugada, a apenas tres días de que se celebrara la fiesta de inauguración de la cúpula, la estructura de aluminio de 160 toneladas ha cedido y se ha hundido. No ha habido heridos, porque en ese momento solo estaban los guardas de seguridad en el recinto. Tras una primera inspección, Carlos Abella, director del centro de Asuntos Taurinos del Gobierno regional —propietario de la instalación— ha informado de que la estructura de la plaza tampoco ha sufrido daños.
El incidente ha obligado a Warner Music, la empresa que paga el techo desmontable y que había conseguido a cambio la exclusividad para utilizar la plaza tres años, a suspender toda su temporada de actividades, que arrancaba este mismo jueves. La cubierta iba a ser presentada a los medios el miércoles y su inauguración oficial estaba prevista para el jueves en el transcurso de una fiesta que iba a empezar a las ocho de la tarde. Además, el 11 de febrero había otro acto y el 23, se iba a celebrar un espectáculo de chirigotas. El calendario taurino, que comienza el 24 de marzo, no se verá afectado, ha recalcado Blanco.

15 minutos desplomándose

Ayer terminaron de montar la estructura, unos trabajos que comenzaron hace tres semanas. En torno a las 4.45, el personal de seguridad que hacía ronda por los pasillos ha oído un chasquido "como de madera que cruje", según ha explicado Blanco. El centro de la cubierta ha cedido "poco a poco, durante 15 minutos," hasta que la parte más alta casi ha llegado a tocar el suelo. El accidente se ha producido dentro de las 48 horas de seguridad que exige la cubierta entre su despliegue y el uso del recinto. En su montaje también ha participado otra empresa, Cedeti, encargada del estudio de cálculo y de la colocación de estructuras.
Aún es pronto, han asegurado los responsables en rueda de prensa esta mañana, para hablar de las causas, de la responsabilidad del desplome o del sobrecoste que supondrá este incidente. Esta mañana han realizado un informe preliminar técnicos de la Dirección General de Patrimonio, al ser un edificio histórico y protegido, y por la tarde un peritaje más detallado ha establecido que la estructura de la plaza no ha sufrido daños a causa del incidente.
Las rachas de viento de anoche pueden haber influido en la caída, según ha explicado previamente el consejero de Presidencia, Salvador Victoria en un acto a primera hora de la mañana. Hasta las cuatro de la madrugada, la sierra estaba en alerta amarilla por vientos de hasta 80 kilómetros por hora y en el resto de la región se preveían rachas de vientos flojos.
En todo caso, el consejero ha mostrado la firme y total "intención de la Comunidad de paralizar totalmente el proyecto de cubrimiento al menos esta temporada", ya que no van a "asumir el más mínimo riesgo". En la misma línea, el presidente de la Comunidad, Ignacio González, ha anunciado en un acto en Tielmes que la cubierta no será instalada porque "no ha superado las pruebas" de carga, informa Efe. A juicio del presidente madrileño, no hay garantías de que la estructura pueda cumplir los parámetros de seguridad, por lo que ha anunciado que "no se permitirá esa instalación". Un portavoz de Taurodelta ha confiado sin embargo en reanudar los planes en 2014.

"No nos explicamos cómo ha podido ocurrir"

"No sabemos qué ha pasado, no nos explicamos cómo ha podido ocurrir este desastre. Es pronto para apuntar a cualquier causa, pero somos los primeros interesados en saberlo", ha asegurado José Luis Cervero, responsable de la empresa española instaladora de la cubierta, Grupo Plus. Cervero ha subrayado que se estudiarán "minuciosamente" las causas y ha añadido "todos hemos sido escrupulosos en su construcción, al cien por cien".
El representante de Warner, Íñigo Argomáriz, simplemente ha asegurado que "esperarán al informe de los técnicos" antes de pedir responsabilidades. Ellos son los principales afectados por el incidente. Los cuatro millones de euros que cuesta la estructura desmontable de la plaza los ha puesto la multinacional.
La cúpula fue construida por Spantech, una empresa francesa. El Grupo Pabellones Plus ha llamado a los técnicos de esta empresa para aclarar quién ha sido el responsable del desplome. Se trata de una cúpula de aluminio de quita y pon de 160 toneladas, 102 metros de diámetro y una altura de 75 metros que comenzó a instalarse a finales de noviembre. Está compuesta por vigas de aluminio y varias capas de lona de PVC que van sustentadas en bloques de hormigón. En total, se han colocado 30 vigas dobles en la parte superior de la grada, que hacen de contrapeso.
La cubierta, impermeabilizada, insonorizada y climatizada, no se ve desde el exterior, por lo que no altera la imagen de la plaza —declarada Bien de Interés Cultural en 1994—, cubre los tendidos y deja fuera las gradas y las andanadas. Con la cubierta puesta, el aforo de la plaza se reduce y queda en 16.000 personas sentadas y  1.800 en el ruedo, aunque depende del espectáculo y de su montaje. La estructura, fabricada en Estrasburgo, se coloca en 15 días y se retira en otros ocho. Los planes eran mantener la plaza cubierta en otoño e invierno y desmontarla para los meses de primavera y verano, cuando se celebra la temporada de corridas.
Victoria ha precisado que el derrumbe se ha producido cuando se estaban realizando las últimas pruebas de carga —las 48 horas de seguridad previas a su uso— y antes de que el Gobierno regional realizara su inspección técnica. Para que se abriera al público, era necesario que el Gobierno regional diera el visto bueno y los técnicos de patrimonio lo autorizaran. La Comunidad, según Victoria, no había "autorizado ni sometido a inspección técnica todavía el proyecto".
No es el primer incidente que se registra en España con cubiertas desmontables, En 1998, la plaza de toros de Jaén se convirtió en la única cubierta de Andalucía, pero se acabó retirando después de que en dos ocasiones el fuerte viento que azota Jaén en invierno hiciera volar la instalación. En esa ocasión tampoco hubo ningún herido. 





Retrospectiva de la obra de Aitor Ortiz


Artículo publicado en EL PAIS por Patricia Ortega Dolz el 26 de enero de 2013
"Desnudos de ciudad"
Hay algo pornográfico en esas fotografías de Aitor Ortiz (Bilbao, 1971). Casi todo son desnudos de ciudad, arquitecturas despojadas de cualquier vestimenta o adorno penetradas por la luz, espacios abiertos a la intemperie, deseos de hormigón frustrados, y hasta construcciones prostituidas, abrasadas en una fría madrugada de invierno, marchitadas hasta el derribo, como el edificio Windsor de Madrid. También hay retazos de sensualidad, oquedades, curvas y protuberancias sugerentes… Todo un universo de erotismo arquitectónico en blanco y negro.
Desde el próximo 31 de enero podrá verse esta retrospectiva de 50 obras del artista vasco en la Sala Canal (Santa Engracia, 125). La ha titulado Verweilen, un término alemán que significa permanecer, y que para el artista alude a lo descubierto con una mirada minuciosa. La de Ortiz es una mirada deconstructiva, como si mirara a las estructuras con los ojos con los que Jacques Derrida miraba un texto, y rebuscara hasta el átomo en esas edificaciones asépticas y, una vez encontrado el elemento clave, esa fragmento esencial, lo utilizara para construir su propia obra. La arquitectura, a fin de cuentas, no es más que una excusa, un punto de partida circunstancial, un lenguaje con el que hablar.
“Yo no intento documentar la arquitectura sino sugerir otras experiencias desde ella. Lo que me interesa precisamente son esos espacios entre la representación y lo representado. Lo que, si no miramos con intención, no se ve a simple vista”, explica cuando la exposición está en pleno montaje en ese depósito de agua del Canal de Isabel II, ya convertido en una sala circular de cuatro alturas. El espacio parece hecho ad hoc de la muestra, o al revés. Las grandes imágenes, las esculturas y las instalaciones encajan a la perfección en ese cilindro de hormigón por el que se asciende con escaleras de hierro. Hasta el punto de que, como viene siendo habitual en este artista —gran premio de honor de la Bienal de arte de Alejandría (Egipto) y primer premio Villa de Madrid de fotografía—, Ortiz le rinde su particular homenaje.
En la primera planta puede contemplarse una fotografía de la cúpula del depósito y de su imponente estructura metálica radial. En la última, la obra de Ortiz es la misma imagen pero en tamaño real, ya que lo que ha hecho es convertir el suelo en un gigantesco espejo. De tal modo que el visitante verá lo mismo mirando hacia arriba y hacia abajo.
“Trabajar en blanco y negro me genera una distancia, una asepsia para observar las imágenes”, comenta. “Y tampoco quiero que se perciban los elementos arquitectónicos como algo efímero. Estamos viendo hormigón, piedra, pura estructura y la información del color, lejos de aportar algo, contamina y distrae”, asegura.
La exposición, comisariada por el editor, crítico de arte y comisario David Barro, incluye piezas correspondientes a diferentes series con las que Ortiz ya ha visitado otros grandes centros como el Guggenheim o el Swedish Museum of Photography (2012). Hay piezas de la serie Destructuras (1995), en las que mostraba un interés por la arquitectura, centrándose plenamente en la propia forma. También de Modular (2002), a partir de la unión de varias fotografías. De Muros de luz (2006), centrada en el mármol, que aparece como protagonista de escenarios ficticios. Otras de Amorfosis (2007), en la que se mezclan las visiones del material a fotografiar como arquitectura, escultura e instalación. La serie Millau (2008), de imágenes que realizó en el viaducto del Millau sobre el río Tarn, en el sur de Francia. Y Espacio latente (2008) y la última serie, Net, en la que trabaja fotografiando (analógicamente) mallas metálicas y que presenta por primera vez.



Nace Transformingmadrid


Artículo publicado en EL PAIS el 25 de enero de 2013 por Patricia Ortega Dolz
"Una maqueta de proyección"
Si algo es imprescindible para contar una historia es un narrador. Si lo que se quiere contar es cómo se transforma una ciudad como Madrid, también. Ha habido 28 cronistas de la Villa desde 1923, periodistas, catedráticos, historiadores… Actualmente hay diez oficiales, uno de ellos es el Instituto de Estudios Madrileños. También ha habido cronistas inconscientes, como el dramaturgo Félix Lope de Vega, que dejó plasmada en sus obras gran parte de la vida cotidiana de la capital del reino en su época. Y otros, no reconocidos tampoco como tales, como el ingeniero militar León Gil de Palacio (1788-1849), que realizó en 1830 la maqueta más famosa de Madrid, de madera y de 5,20 por 3,50 metros, que se puede ver en el Museo de Historia. El último modelo completo de la ciudad data ya de 1992, fue obra de Juan de Dios y anda pillando polvo en un almacén del Matadero, tras el cierre en julio del Museo de la Ciudad... Pero quién cuenta cómo cambia Madrid. Quién es ese narrador que habla del proceso de transformación, de la evolución de la ciudad en tiempo real. Dónde está ese cronista que contrapone todo el rato el antes y el después, que cuenta cómo pasa el tiempo y le pone nombre a lo que pasa. Dónde vive ese fotógrafo del movimiento urbano. Pues nació ayer por cesárea en la sede del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM).
Su nombre venía sonando hace un par de años. El embrión fueron unas jornadas sobre la ciudad organizadas en Matadero en octubre de 2010. Así que el de ayer fue un parto perfectamente programado. Y al alumbramiento acudieron todos: políticos, arquitectos, economistas, empresarios emprendedores...
La nueva criatura se llama Transformingmadrid y es una plataforma que aglutina al menos a 11 colectivos de arquitectos de Madrid. Los padres son la comisaria cultural Ariadna Cantís y el arquitecto y sociólogo madrileño José María Ezquiaga. Y los padrinos, otras dos plataformas ultramodernas de nombre y apellido: el think tank del Colegio de Arquitectos —una herramienta de reciente creación que sirve para ensamblar las ideas con los patrocinadores—, y el Zinc Shower —un punto de encuentro entre emprendedores, inversores y profesionales de las Industrias Culturales y Creativas (ICC), con el objetivo de presentar, apoyar y promocionar cien proyectos transformadores ante un grupo de potenciales inversores, que se celebrará en Madrid del 11 al 13 de abril de 2013—.
En su primer año de vida Transforminmadrid se ha propuesto realizar una maqueta gigante —por la que ya está pujando un importante banco y el propio Ayuntamiento— en la que pueda verse algo así como lapsicología Madrid, es decir, las principales transformaciones que han acontecido en la ciudad en la última década y sus consecuencias vitales. Una gran maqueta de 15 por 20 metros a escala urbana y social. Se trata de un nuevo modelo que reflejará —y esto es literal porque será a la vez una pantalla de proyección volumétrica— “lo macro y lo micro”, en palabras de Ezquiaga, las grandes obras urbanísticas y los usos y costumbres ciudadanas que dan vida (y sentido) al espacio metropolitano.
“Madrid ha cambiado a gran velocidad en los últimos tiempos, hay una necesidad de contar qué ha pasado en estos años, hay una narrativa pendiente”, asegura Cantís, que ejerce de catalizador social y que se confiesa “madre” de Transformingmadrid y actúa un poco de madrastra de muchos de sus potenciales integrantes. “Queremos que todos los colectivos formen parte de este proyecto. Ellos son los que pueden aportar la innovación, la juventud, el talento, la intuición, el riesgo, el urbanismo de acción, a fin de cuentas”.
Por su parte, el padre de la criatura, consciente del mundo y la circunstancia en la que ha venido a nacer, defendía ayer en su presentación en sociedad la necesidad de “asumir la incertidumbre”. Según Ezquiaga, “se trata de convertir el desastre en oportunidad de reflexión y de disfrute, ampliar el grado de consciencia de lo que ocurre en el entorno”, del mismo modo que lo hizo hace unos meses el artista alemán Hans Haacke en el Museo Reina Sofía, con su obra de denunciaCastillos en el Aire, que ponía en evidencia los esqueletos urbanos, el estado de abandono en el que habían quedado todos esos edificios de viviendas sin terminar del ensanche de Vallecas, grandes monumentos de la cultura del ladrillazo.
“La ciudad no ha sabido generar una narrativa de sus enormes logros y sus aspiraciones de futuro, capaz de servir de elemento de cohesión identitaria para sus ciudadanos y de perfil diferencial frente a otras metrópolis. Transformingmadrid quiere contribuir a salvar esta carencia”, argumenta el progenitor del proyecto.
La T4, Madrid Río y el soterramiento de la M-30, los grandes contenedores culturales como el Matadero, la peatonalización del barrio de las Letras o la de la calle Serrano, pero también el proyecto vecinal de la plaza de la Cebada, la ocupación del espacio público que supuso el 15-M, o el crisol cultural que termina con una virgen ecuatoriana en el patio de un colegio público... Transformingmadrid es, más que un nuevo proyecto, la evidencia de que el proyecto ya existía. O no: había que nombrarlo, alguien tenía que contarlo.
¿Cuál es la necesidad más inminente de la ciudad? Responden los principales colectivos participantes en Transformingmadrid:
  • Paisaje Tranversal. “Lo urgente para Madrid es la regeneración integral de la denominada Periferia Intermedia, situada entre la M-30 y la M-40 y donde vive aproximadamente dos tercios de la población”.
  •  Todo por la praxis (TXP). “Hay que establecer una serie de medidas y protocolos que normalicen e incorporen la participación activa del ciudadano, sobre todo para la gestión de los recursos inutilizados, vacíos y en desuso”.
  • Zuloark. “Hace falta que el Plan de Ordención Urbana aborde la complejidad de la realidad de hoy, sin simplificarla ni agotarla con burocracia, que cuente con esos movimientos ciudadanos que se están haciendo cargo de las mejoras de sus propios barrios”.
  • Boa Mistura. “Confiamos en incorporar el arte a la ciudad y utilizarlo como herramienta para mejorar espacios y crear dinámicas participativas de mejora y transformación del entorno”.
  • Basurama. “Madrid necesita que los políticos y urbanistas den un paso a un lado y cedan margen de actuación a los ciudadanos”.
  • PKMN (pac-man). “Se debe entender que la arquitectura también es gestión, relación, multiculturalidad...”.
  • » Vivero de iniciativas ciudadanas [VIC]. “No hace falta hacer más urbanismo sino modificar los sistemas de hacer ciudad para que se acerque la gestión a la base social, se fomente la innovación y se aprovechen los recursos existentes”.
  • Pez estudio. “Mayor conexión entre ciudadanía y Administración”.
  • Taller de casquería. “Es urgente una revisión de la normativa urbanística para facilitar los cambios de uso, suavizar los procesos de adquisición de licencias de actividad y protección del espacio público por parte de los ciudadanos”.
  • Ver noticia en el pais.es



Libro: La historia secreta de Madrid. R. Aroca


Artículo publicado en EL PAIS por Rafael Fraguas el 24 de enero de 2013

"Claves para entender Madrid"


La historia de Madrid cuenta, a partir de ahora, con un nuevo cronista. Se trata de Ricardo Aroca (Murcia, 1940), presidente del Club de Debates Urbanos y exdecano del Colegio de Arquitectos durante el tránsito del siglo XX al XXI. Aquella época quedó signada por la potente presencia de ambas instituciones como dos de las principales instancias vertebrantes de la sociedad civil madrileña.
Tal vez por ello, el relato de su reciente Historia secreta de Madrid,pivota sobre el esfuerzo desplegado durante centurias por el vecindario madrileño para proteger sus libertades y eludir las presiones y desmanes de la codiciosa nobleza señorial y de la alta clerecía, siempre acechantes.
En realidad, y más que una historia de secretos, el contenido de su libro consiste en la revelación de una cadena de claves que perfilan la memoria madrileña, contemplada desde la mirada de un arquitecto muy involucrado en la creación y construcción de la ciudad en barrios como Orcasur, San Pascual o Chamberí, donde vive y trabaja. A este libro le ha dedicado un año de estudio.
La primera de las claves, enumera Aroca, fue la propia fundación de Madrid en el siglo IX. “Es enorme la cantidad de esfuerzos derrochados para hallar vestigios iberos, romanos o visigodos de esta ciudad previos a su fundación por los musulmanes”, ironiza. Confirma tal evidencia y de ella da fe en su libro, ilustrado con bocetos propios a pluma.
Pero, sobre todo, destaca Aroca, “fue decisiva la cesión por el pueblo de Madrid a la Corona del Monte de El Pardo”, un vergel adehesado de encinas y pinos, rico en leña y pastos regados por numerosos arroyos y surcados por el río Manzanares, poblado todo su término por una abundante fauna cinegética. “Aquella cesión fue la única manera en que los vecinos del Madrid medieval pudieron deshacerse del señorío que les fuera impuesto por los monarcas castellanos en la persona del exótico rey de Armenia, León V”.
La urbe permaneció murada durante centurias, no solo con fines defensivos, sino además fiscales, de control social y sanitario para afrontar las recurrentes epidemias que la azotaron. “La cerca de Felipe IV, levantada en el primer tercio del siglo XVII, se mantuvo incólume durante 240 años, hecho que impidió el crecimiento y encorsetó el tamaño de la ciudad”, puntualiza. Luego, ensanches como el de Castro, en el siglo XIX, abrieron paulatinamente su caserío: “En los años cincuenta del siglo XX, la superficie se multiplicó por 10 al incorporar un conjunto de municipios periféricos. El dictador Francisco Franco perseguía dotar a Madrid, ahora con 607 kilómetros cuadrados de extensión, de más población que Barcelona”. Dos décadas después, en los años setenta, Madrid alcanza los 3,2 millones de moradores, que ya en el siglo XXI son igualados por los de la región.
No faltan en el texto referencias a la magnificencia artística capitalina, con una singular cita al Museo del Prado, o a episodios cercanos en el tiempo, como el proyecto de Madrid Río. “Lo más curioso es que siendo en principio la M-30 una obra del Estado, la responsabilidad de su construcción fuera reclamada por el Ayuntamiento”. Ha sido precisamente el exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, impulsor de aquel proyecto, quien ha prologado su libro. “Nuestra relación personal es excelente”, remarca Ricardo Aroca.
La Historia secreta de Madrid. Ricardo Aroca. Prólogo de Alberto Ruiz-Gallardón. Espasa; 19,9 euros.

Sobre la cubierta de las Ventas


Artículo publicado en EL PAIS por Patricia Ortega Dolz el 31 de enero de 2013

"Se busca responsable bajo la cubierta caída de Las Ventas"

No hay nada como un accidente o un error para que surjan los porqués. El derrumbamiento, días antes de su puesta de largo, de la cubierta de la plaza de toros de Las Ventas ha dejado al aire las intimidades de un procedimiento oscuro. ¿Por qué no se convocó un concurso público para acometer un cambio sustancial en la arquitectura de un edificio emblemático declarado Bien de Interés Cultural desde 1994? ¿Por qué se dejó ese proyecto en manos de Taurodelta, la empresa que tenía los derechos de explotación del coso? ¿Por qué ésta, a su vez, le cedió a Warner Music —la empresa que se haría con la exclusividad de la celebración de eventos en los próximos tres años— la contratación de los equipos de ingenieros que crearían y montarían ese techado? ¿Por qué seleccionaron empresas foráneas —la francesa Spandec— para fabricarlo en Estrasburgo y otras —Grupo Plus— para instalarlo? ¿Quién firmó en la Comunidad de Madrid el visado del proyecto y por qué? ¿Por qué los políticos regionales, por la boca de su portavoz, Salvador Victoria, aseguran que “no habrá una segunda oportunidad” para cubrir la plaza?

Hasta Filippo Brunelleschi se presentó a un concurso público para construir la imponente cúpula de Santa María de Fiore, el rasgo característico de Florencia. Pero nadie convocó nada ni preguntó cuando lo que se planteó fue techar uno de los ruedos más emblemáticos de España. Bueno, peor aún. Hubo quien fue preguntado a priori (y obviado) y prefiere no recordar públicamente cual fue su valoración del proyecto ahora, a posteriori. Hay miedo.

Que si “no era necesario ningún concurso porque la explotación le pertenece a una empresa privada [Taurodelta]”. Que si “el hecho de que sea un edificio protegido exige una supervisión, pero bastaba con que no dañase el edificio y con que no se viera la carpa desde fuera”. Que si “además se trataba de una estructura de quita y pon”. Que si, “por supuesto, no le costaba un euro a la Comunidad”... Esos son los argumentos que se lanzan desde presidencia y el de Patrimonio Histórico, que son los que fueron informados acerca del proyecto por las variadas empresas implicadas y los que le dieron el visto bueno a la instalación.

Pero ahora que el invento se ha desplomado a la vista de todos, los que auparon las 160 toneladas de cubierta dispuestos a hacerse una foto histórica hoy —cuando estaba prevista la gran fiesta de inauguración—, parecen escabullirse de sí mismos y de las preguntas de los periodistas bajo ese amasijo de telas blancas y aluminio que oculta, sobre todo, una responsabilidad de millones de euros que alguien va a tener que pagar. Sólo la carpa costaba cuatro.

“Los aspectos técnicos del proyecto debe explicarlos la empresa concesionaria”, dicen en la Comunidad. “Lo que tiene que ver con las empresas implicadas tiene que explicarlo Warner, que es quien las contrató”, dicen los de la concesionaria... Y así... Mientras, todos leen la letra pequeña de los seguros contratados y hacen sus cuentas.
La cosa es suficientemente seria como para que un grupo de ingenieros entrara ayer por la mañana a valorar técnicamente lo ocurrido. Pero no sin antes firmar varios documentos con cláusulas de confidencialidad, según aseguran compañeros de esos especialistas consultados.
Los arquitectos preguntados coinciden en el análisis: “Había un problema de estabilidad”. La estructura se ha torsionado, tal y como se deduce de los planos cenitales de las fotografías. “No había nada, ningún elemento, para resistir ese movimiento giratorio posible y que no se tuvo en cuenta. Habría bastado con unos cablecitos. Pero cualquier arquitecto que hubiera visto esa estructura antes de caerse se habría quitado de debajo”, dice Ricardo de Aroca, ex decano del Colegio de Arquitectos. Es precisamente el COAM, que ya ha programado una mesa de debate sobre el asunto la semana próxima en su sede, quien se queja de “una oportunidad perdida” y quien reclama, a través de su actual presidente José Antonio Granero, “un proyecto realizado por profesionales que velen por el interés público y no sólo por la rentabilidad económica, mediante un concurso que garantice la excelencia”. Filippo ganó varios antes de ser Brunelleschi.

Conferencia eauclmT. Juan Mera


La eauclmT, escuela de arquitectura de Toledo organiza una nueva conferencia.

El profesor de taller de proyectos Juan Ignacio Mera ofrecerá la clase que inaugura el cuatrimestre de primavera, titulada "¿Quién es Gardella?", hoy,  el jueves 31 de enero a las 12h en el edificio 21 del campus tecnológico de la Fábrica de Armas de Toledo.

Juan Mera es doctor arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPM desde 1994, escuela en la que ha sido profesor de proyectos durante más de 20 años. Actualmente es profesor y Director de la Escuela de Arquitectura de Toledo de la UCLM, Director de la Cátedra de Investigación Miguel Fisac y editor de la revista Sin Marca.