jueves, 14 de febrero de 2013

ARCO


Artículo publicado por Laura Revuelta en ABC el 12 de febrero de 2013


"Arco. 12+1 claves"


«IVA» al corazón

La primera clave, o la primera en la frente, para entender ARCO este año tiene que ver con ese asunto tan traido y tan llevado del IVA para el arte, el 21 por ciento (a años luz del 7 por ciento siempre soñado por el gremio y del 18 con el que ha convivido hasta hace unos meses), que, pese a los esfuerzos desesperados de unos y otros, nadie ha conseguido mover ni un punto. Por eso la crisis se hace más crisis, y la situación crítica de este mercado, más crítica. Primer dato que no conviene obviar desde el minuto uno: ARCO’13 –o 12+1 para los supersticiosos– nace herido de muerte, aunque esperemos que una vez más se sobreponga a la crisis, pese a que esta que vivimos sea la madre de todas las crisis y los cuidados necesarios sean paliativos.

Crisis en los genes

Sí, nuestra feria está más que acostumbrada a sobrevivir en la adversidad. Nació en la adversidad, hace ya 32 años, y ha sufrido cataclismos una edición sí y otra, también. Algunos, a todas luces, surrealistas (por los chillout, por la moqueta, por una escalera mecánica, por un quítame allá esas pajas... que se dice). Aunque, tal y como está el patio, cualquier tiempo (o crisis) pasado fue mejor. De risa floja. Nunca la situación ha sido tan grave como la actual. Ahora sí que hablamos de dinero de verdad, de sí se venderá o no se venderá y no de «egos revueltos».

Ausencias sonadas


Esta edición no encontraremos en la plaza central de los pabellones a dos galeristas (damas) clásicas, de las que marcaban territorio: Soledad Lorenzo y Oliva Arauna. La primera se ha retirado y a la segunda, la han «retirado» desde que cerraron su galería en Madrid por cuestiones de licencias municipales. Luego está la crisis (de nuevo) que ha aparcado proyectos como el de Toni Tàpies (Barcelona), SCQ (Santiago de Compostela) y La Fábrica (Madrid).

Los novísimos

Unos se van y otros llegan. Así es la vida. Nada nuevo bajo el sol de ARCO. La única diferencia con otras ediciones radica en que todo se vive con mayor intensidad, con la sensación de que cualquier minuto puede ser el último, pero ¿por qué no el primero? Todo depende de cómo se vea la botella: medio llena o medio vacía. Sin duda, en el lado de los ilusionados están los primerizos o novísimos The Goma, José Robles e Inés Barrenechea. Buena suerte y que nos veamos el año que viene en ARCO, por supuesto.

ARCO «on line»

Antes de que se abran físicamente las puertas de los pabellones, la compra-venta, el comercio puro y duro, dará sus primeros pasos en lo que se ha llamado ARCO «on line»: una plataforma virtual donde se podrá ver una selección de obras de algunas galerías participantes, cuyo precio no sobrepasará los 5.000 euros. Cuando esto lean, ya estarán abiertas las «líneas» y así hasta el día 24. Una novedad acorde con los tiempos que corren y que se suma a la inclusión de códigos BiDi en algunos artistas destacados.

Todos los bolsillos


ARCO nunca ha sido una feria de altísimostanding, pese a que lo haya intentado por activa y por pasiva, y los tiempos de crisis la han terminado por acomodar a un mercado como el español, cuyo standing es más de andar por casa y en el que conviene educar antes que epatar. Por eso se puso en marcha hace dos años, y este sigue en marcha, el programa First Collector para asesorar a compradores noveles. Otra historia tiene que ver con aquellos coleccionistas de pro y de allende nuestras fronteras a los que la propia ARCO invita para que se animen y animen el mercado del arte español con alguna sustanciosa adquisición de las que siembran vientos favorables, y no tempestades, en el mercado.

Colecciones de pro

El anterior punto sobre coleccionismo se remata con más coleccionismo y mejor que es el que llega siempre de la mano de la exhibición de grandes colecciones internacionales traidas por estas fechas a la capital. Este año le toca el turno a Patricia Phelps Cisneros en el Museo Reina Sofía y a la Cranford Collection en las salas de la Fundación Banco Santander. Dos buenísimos ejemplos para ver cómo se pueden hacer las cosas con criterio y con dinero (mucho), claro.

Delicias turcas

El país invitado es otro clásico que, pese a clásico, nadie entiende por qué sigue año tras otro cuando no aporta gran cosa y casi siempre defrauda. Esta edición le ha tocado a Turquía hacer nuestras delicias, pero ARCO ha dado la vuelta al mundo ya varias veces.

Hora de encuentro


Ya desde los tiempos de Rosina Gómez Baeza, allá en la tierna infancia de ARCO, la feria siempre estuvo aderezada con encuentros, conferencias y demás ágapes de tipo pseudointelectual que nos acercaron a figuras de primera magnitud internacional. Aquello creció y creció hasta límites insospechados e inabarcables para cualquier agenda. Ahora, más manejable el programa, su ámbito se reduce a lo estrictamente profesional: mesas de trabajo para críticos, comisarios, directores de museos... Y para de contar. Como debe ser.

Arte en un blog

La crítica y los asuntos del arte van y vienen, cada vez más, entre las líneas cruzadas de los blogs. Por eso, el programa ARCO Bloggers (www.ARCObloggers.com) se abre camino este año como experiencia innovadora, participativa y con visos de consolidarse.

Madrid tomada

La agenda expositiva de la capital gira en torno al arte, contemporáneo o no tanto. Los museos sacan sus mejores galas expositivas. Madrid es centro y el centro del arte. Este año destaca la apuesta impresionista en el Museo Thyssen y en la Fundación Mapfre. El Reina Sofía se ha traido a Cristina Iglesias; la Casa Encendida a Albert Oehlen; Tabacalera a José Manuel Ballester... Amén de las ya citadas colecciones de arte privadas.

Madrid «la nuit»

ARCO siempre ha sido nocturno y noctámbulo. Así nació (de hecho es hijo bien legítimo de La Movida y de una de sus musas artísticas, Juana de Aizpuru, la primera directora de la feria) y así morirá. Ahora se llama AfterARCO y mezcla las copas con el arte en distintos espacios de la ciudad.

De feria en feria

Pese a que el mercado del arte no está demasiado boyante por estos lares, sí que es cierto –y no deja sorprendernos– que las ferias de pequeño e innovador formato han proliferado en los últimos meses. En estos días son tres las que coinciden con ARCO. ¡Que Dios reparta suerte y dinero para todos!

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