jueves, 14 de febrero de 2013

JUSTMAD4


Artículo publicado por E. Vasconcellos en EL MUNDO el 13 de febrero de 2013. 

"La feria de arte JustMad4 arranca con más imaginación y menos presupuesto"



Que no. Que JustMad no compite con ARCO. Que no nació con el mismo espíritu, el mismo público y, dicho sea de paso, el mismo apoyo institucional. Esa es la consigna que Javier Duero y Enrique Polanco, el director artístico y el presidente de la cita, han defendido este martes durante la presentación de la cuarta edición de esta feria de arte emergente.
JustMad, uno de los encuentros "satélite" que se organizan en Madrid de forma paralela a ARCO, se celebrará del 14 al 17 de febrero en el parking del Hotel Silken Puerta América. La feria cuenta con una solidez y una experiencia de la que carecía en sus inicios, ha señalado Duero. A pesar de ello, los rigores de la crisis se han traducido en una serie de cambios: el más evidente, el del presupuesto, un 30% inferior al de 2012. Además, la fisonomía del espacio expositivo también se ha adaptado para dar cabida a galerías y artistas cada vez más jóvenes en stands más asequibles.
La financiación del evento, organizado por la empresa ArtFairs, será "absolutamente privada", ha explicado Polanco. El presidente ha denunciado la decisión del Ayuntamiento de Madrid de negar a JustMad4 "hasta las farolas para colgar carteles". Aunque el encuentro contará con 60 expositores, un número similar al del año pasado, ha visto reducido sus ingresos. El motivo, las tarifas 'low cost' que pagarán las galerías de reciente creación que asistan por primera vez a la feria (MyFirstJust) y las que comercialicen piezas de pequeño formato e importe -obra gráfica, fotografía, ilustración- (JustFramed).
MyFirstJust y JustFramed son las dos nuevas fórmulas que abrazarán el programa general, formado por una selección de galerías españolas, europeas y latinoamericanas con mayor recorrido que llevarán al Silken a sus creadores emergentes. El director artístico no ofrece una cifra exacta, pero "al menos el 40%" de los participantes proceden de fuera de España.

¿Cuanto más, mejor?

JustMad es una "incubadora de artistas" cuya relación "complementaria" con ARCO no se ha entendido o no se ha querido entender a lo largo de estos años, opinan sus organizadores. "Trabajamos con formatos, precios y galerías diferentes", señala Duero. El tope de precios en JustMad se sitúa en torno a los 10.000 euros, dos ceros por debajo de ARCO. Además, esta feria es "sensible" a modelos de gestión y exhibición que no tienen cabida en la cita de IFEMA: "Galerías sin espacio físico, por ejemplo, que dan a conocer a sus artistas a través de pop-up shows o performances".
Enrique Polanco reclama para Madrid la simbiosis que se produce en otras grandes citas del arte como Art Bassel (Suiza) y su satélite Liste. Una colaboración enriquecedora tanto para la feria principal como para las que se desarrollan a su alrededor, apunta. ARCO comparte semana con JustMad, ArtMadrid, Flecha y la recién creada Jäälphoto."La oferta se amplía y los usuarios siempre van a salir beneficiados", comenta Duero. No obstante, "habrá que ver si esta oferta responde a una demanda real".
"Este es un año decisivo, donde la demanda que se genere nos va a ajustar a todos ante los años venideros", continúa. "El año 2013 es el año de la calidad, del realismo, de ver lo que hay". Y cuando los organizadores tengan en la mano los números de esta edición "veremos si Madrid puede asumir tantas ferias o no, y cómo cambia (si lo hace) la relación entre la principal y las satélites".

Visión panorámica

JustMad4 reivindica su carácter de "feria 'expandida'". "El eje principal es el intercambio comercial, pero hay intercambios comerciales no directamente ligados al económico", explica el director artístico. "Las universidades, las residencias y otros agentes del arte también participan en ese mercado", quizás no aportando un valor económico, pero sí "visibilidad y legitimidad".
Bajo esta premisa, varias secciones complementarán el programa principal de la feria: JustmadDesign, que mostrará el trabajo de siete diseñadores españoles y ARCHKONECTA, donde se expondrán las maquetas del ganador y los finalistas de la segunda edición del Premio Arquitectura Social Fundación Konecta.
Este año se suman, además, otras tres propuestas: JUSTProduced, una selección de proyectos producidos en residencias de artistas; JustCampus, un espacio dedicado a los programas de profesionalización de artistas jóvenes de universidades públicas; y OffGallery, una muestra comisariada por Roberto Vidal donde se da cabida a figuras emergentes sin galería.
Se han creado también nuevos premios. Entre ellos, los galardones que 10 jurados de prestigio entregarán a los 10 creadores más destacados en las siguientes categorías: cine, música, narrativa, diseño, arquitectura, interiorismo, astronomía, gastronomía, moda y emprendimiento cultural.

ARCO


Artículo publicado por Laura Revuelta en ABC el 12 de febrero de 2013


"Arco. 12+1 claves"


«IVA» al corazón

La primera clave, o la primera en la frente, para entender ARCO este año tiene que ver con ese asunto tan traido y tan llevado del IVA para el arte, el 21 por ciento (a años luz del 7 por ciento siempre soñado por el gremio y del 18 con el que ha convivido hasta hace unos meses), que, pese a los esfuerzos desesperados de unos y otros, nadie ha conseguido mover ni un punto. Por eso la crisis se hace más crisis, y la situación crítica de este mercado, más crítica. Primer dato que no conviene obviar desde el minuto uno: ARCO’13 –o 12+1 para los supersticiosos– nace herido de muerte, aunque esperemos que una vez más se sobreponga a la crisis, pese a que esta que vivimos sea la madre de todas las crisis y los cuidados necesarios sean paliativos.

Crisis en los genes

Sí, nuestra feria está más que acostumbrada a sobrevivir en la adversidad. Nació en la adversidad, hace ya 32 años, y ha sufrido cataclismos una edición sí y otra, también. Algunos, a todas luces, surrealistas (por los chillout, por la moqueta, por una escalera mecánica, por un quítame allá esas pajas... que se dice). Aunque, tal y como está el patio, cualquier tiempo (o crisis) pasado fue mejor. De risa floja. Nunca la situación ha sido tan grave como la actual. Ahora sí que hablamos de dinero de verdad, de sí se venderá o no se venderá y no de «egos revueltos».

Ausencias sonadas


Esta edición no encontraremos en la plaza central de los pabellones a dos galeristas (damas) clásicas, de las que marcaban territorio: Soledad Lorenzo y Oliva Arauna. La primera se ha retirado y a la segunda, la han «retirado» desde que cerraron su galería en Madrid por cuestiones de licencias municipales. Luego está la crisis (de nuevo) que ha aparcado proyectos como el de Toni Tàpies (Barcelona), SCQ (Santiago de Compostela) y La Fábrica (Madrid).

Los novísimos

Unos se van y otros llegan. Así es la vida. Nada nuevo bajo el sol de ARCO. La única diferencia con otras ediciones radica en que todo se vive con mayor intensidad, con la sensación de que cualquier minuto puede ser el último, pero ¿por qué no el primero? Todo depende de cómo se vea la botella: medio llena o medio vacía. Sin duda, en el lado de los ilusionados están los primerizos o novísimos The Goma, José Robles e Inés Barrenechea. Buena suerte y que nos veamos el año que viene en ARCO, por supuesto.

ARCO «on line»

Antes de que se abran físicamente las puertas de los pabellones, la compra-venta, el comercio puro y duro, dará sus primeros pasos en lo que se ha llamado ARCO «on line»: una plataforma virtual donde se podrá ver una selección de obras de algunas galerías participantes, cuyo precio no sobrepasará los 5.000 euros. Cuando esto lean, ya estarán abiertas las «líneas» y así hasta el día 24. Una novedad acorde con los tiempos que corren y que se suma a la inclusión de códigos BiDi en algunos artistas destacados.

Todos los bolsillos


ARCO nunca ha sido una feria de altísimostanding, pese a que lo haya intentado por activa y por pasiva, y los tiempos de crisis la han terminado por acomodar a un mercado como el español, cuyo standing es más de andar por casa y en el que conviene educar antes que epatar. Por eso se puso en marcha hace dos años, y este sigue en marcha, el programa First Collector para asesorar a compradores noveles. Otra historia tiene que ver con aquellos coleccionistas de pro y de allende nuestras fronteras a los que la propia ARCO invita para que se animen y animen el mercado del arte español con alguna sustanciosa adquisición de las que siembran vientos favorables, y no tempestades, en el mercado.

Colecciones de pro

El anterior punto sobre coleccionismo se remata con más coleccionismo y mejor que es el que llega siempre de la mano de la exhibición de grandes colecciones internacionales traidas por estas fechas a la capital. Este año le toca el turno a Patricia Phelps Cisneros en el Museo Reina Sofía y a la Cranford Collection en las salas de la Fundación Banco Santander. Dos buenísimos ejemplos para ver cómo se pueden hacer las cosas con criterio y con dinero (mucho), claro.

Delicias turcas

El país invitado es otro clásico que, pese a clásico, nadie entiende por qué sigue año tras otro cuando no aporta gran cosa y casi siempre defrauda. Esta edición le ha tocado a Turquía hacer nuestras delicias, pero ARCO ha dado la vuelta al mundo ya varias veces.

Hora de encuentro


Ya desde los tiempos de Rosina Gómez Baeza, allá en la tierna infancia de ARCO, la feria siempre estuvo aderezada con encuentros, conferencias y demás ágapes de tipo pseudointelectual que nos acercaron a figuras de primera magnitud internacional. Aquello creció y creció hasta límites insospechados e inabarcables para cualquier agenda. Ahora, más manejable el programa, su ámbito se reduce a lo estrictamente profesional: mesas de trabajo para críticos, comisarios, directores de museos... Y para de contar. Como debe ser.

Arte en un blog

La crítica y los asuntos del arte van y vienen, cada vez más, entre las líneas cruzadas de los blogs. Por eso, el programa ARCO Bloggers (www.ARCObloggers.com) se abre camino este año como experiencia innovadora, participativa y con visos de consolidarse.

Madrid tomada

La agenda expositiva de la capital gira en torno al arte, contemporáneo o no tanto. Los museos sacan sus mejores galas expositivas. Madrid es centro y el centro del arte. Este año destaca la apuesta impresionista en el Museo Thyssen y en la Fundación Mapfre. El Reina Sofía se ha traido a Cristina Iglesias; la Casa Encendida a Albert Oehlen; Tabacalera a José Manuel Ballester... Amén de las ya citadas colecciones de arte privadas.

Madrid «la nuit»

ARCO siempre ha sido nocturno y noctámbulo. Así nació (de hecho es hijo bien legítimo de La Movida y de una de sus musas artísticas, Juana de Aizpuru, la primera directora de la feria) y así morirá. Ahora se llama AfterARCO y mezcla las copas con el arte en distintos espacios de la ciudad.

De feria en feria

Pese a que el mercado del arte no está demasiado boyante por estos lares, sí que es cierto –y no deja sorprendernos– que las ferias de pequeño e innovador formato han proliferado en los últimos meses. En estos días son tres las que coinciden con ARCO. ¡Que Dios reparta suerte y dinero para todos!

lunes, 11 de febrero de 2013

Conferencia eauclmT. Luis Diaz Mauriño


La eauclmT, Escuela de Arquitectura de Toledo, desde la Cátedra Miguel Fisac fruto del convenio entre la Fundación LAFARGE y la UCLM, organiza una nueva conferencia del espacio "zona franca" integrada en elciclo "nuevos valores arquitectura y arte".

Contará con la presencia de Luis Díaz Mauriño que ofrecerán la conferencia titulada "sistemas de trabajo"que tendrá lugar el próximo martes 12 de febrero a las 13:30h en el edificio 21 del campus tecnológico de la Fábrica de Armas de Toledo (edificio de la escuela).

Luis Díaz Mauriño es arquitecto y profesor de proyectos en la ETSAM. Entre sus proyectos y obras más recientes destacan:

22 viviendas de promoción pública en vara del rey, (Madrid), Junto con M. Alberola y Ch. Martorell; obra que ha obtenido primer premio de vpo en la IX Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo 2011. 84 viviendas de protección pública en la Mina del Morro (Bilbao) junto con Eduardo Belzunce y Juan García Millán.

Su obra está publicada en la monografía nº20 de la colección EXCEPTO que edita la Fundación COAM.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Cristina Iglesias en el Reina Sofía: "Metonimias"


Artículo publicado por ÁNGELES GARCÍA en EL PAIS el 5 de febrero de 2013

"El laberinto de metáforas de Cristina Iglesias"


Celosías armadas sobre textos de Beckford, Huysmans o Roussel, pozos en los que el transcurso del agua crea sonidos escultóricos, paredes ocupadas de vegetación que recuerda las habitaciones de la Alhambra, laberintos de sombras. Cristina Iglesias (San Sebastián, 1956) recrea en el Reina Sofía la esencia de toda una carrera dedicada a esculpir metáforas en una retrospectiva titulada Metonimias, la más importante que se le ha dedicado hasta el momento, en la que medio centenar de grandes piezas ocupan varias salas del edificio Sabatini. “Aquí está el corazón de mis obsesiones”, explica la artista, "abiertas para ser enriquecidas ante los ojos del espectador”.
Una impresionante pieza titulada Techo suspendido inclinado (1997) de nueve metros de largo por seis de ancho cuelga de la primera sala que sigue de arranque a la exposición, de una primera planta en la que las paredes han sido recolocadas para que la luz que entra desde los jardines pueda tener el protagonismo que Cristina Iglesias le da en toda su obra. Le siguen luego piezas de gran tamaño procedentes de colecciones privadas y de la propia artista junto a maquetas que reproducen sus grandes obras colocadas en espacios públicos de todo el mundo. Dos documentales completan una trayectoria que la artista ha querido que sea contemplada como un viaje.

La responsable de crear ese ambiente ha sido Lynne Cooke, comisaria de la exposición, quien explica que ha tomado como punto de partida la exposición del Palacio de Velázquez para proseguir con los proyectos públicos que la artista ha realizado en Estados Unidos, Noruega, Alemania, Madrid, sobre todo, Brasil. Está todo lo más conocido, obras menos vistas (esculturas de seda sobre cobre en tres dimensiones) y planes aún inconclusos, como el que prepara para la ciudad de Toledo para festejar en 2014 el Año del Greco, una pieza en la que el agua servirá de unión de los principales escenarios del pintor sobre la ciudad.La última exposición dedicada a Iglesias en España, fue a finales de los noventa, en el Palacio de Velázquez del parque del Retiro. “Allí, el espectador se encontraba con las obras casi por sorpresa”, recuerda la artista y, en ese diálogo, era cuando las piezas adquirían su auténtica dimensión. Aquí, al ser un museo, el factor sorpresa no existe, pero he querido que se recreara un ambiente en el que el visitante mantenga una conversación muy personal con cada una de las piezas. Yo no doy mensajes. Creo lugares en los que cada uno pueda vivir su propia experiencia”.
El agua, precisamente es el elemento protagonista de las más bellas y delicadas obras de la exposición. Los pozos, su último trabajo, están en centro del recorrido, bien bañados por la luz natural. En ellos, el sonido repetitivo del agua, vuelve a conectar, como en las celosías, con la cultura árabe. “El agua,” dice Manuel Borja-Villel, el director del museo,” tiene algo de fálico, de eyaculación, de la esencia de lo masculino. Cayendo por estos pozos, se transforma en un útero, en algo frágil y delicado, en la esencia de lo femenino”.
Premio Nacional de las Artes Plásticas 1999 y una de las artistas españolas más valoradas en el panorama internacional (representó a España en la Bienal de Venecia, en 1986 y 1993 y el Guggenheim de Nueva York la consagró en 1997 con una gran retrospectiva), el Reina Sofía cuenta ya con varias piezas suyas y alguna de las ahora expuestas pasará a formar parte de sus fondos, aunque el responsable del museo asegura que aún no está decidido. “Cristina Iglesias ha reinventado la escultura”, explica Borja-Villell, “es la creadora que más ha contribuido a la renovación del lenguaje plástico. Ha sabido romper, como nadie, con el concepto establecido de arte. Sus esculturas suspendidas, fuera de peanas, están cargadas de historias misteriosas a base de juegos de sombras y volúmenes. Las referencias históricas, los ritmos y su manera de tejer dimensiones íntimas en espacios públicos, hacen que su obra alcance dimensiones insospechadas”.


Conferencia en eauclmT. Ricardo Arcoca. "About structures"


LeauclmT, Escuela de Arquitectura de Toledo, desde la Cátedra Miguel Fisac fruto del convenio entre la Fundación LAFARGE y la UCLM, organiza una nueva conferencia integrada en el ciclo "estructuras".

Contará con la presencia de Ricardo Aroca que ofrecerá la conferencia titulada "about structures" que tendrá lugar el próximo jueves 7 de febrero a las 17:30h en el edificio 21 del campus tecnológico de la Fábrica de Armas de Toledo (edificio de la Escuela).

Ricardo Aroca Hernandez-Ros es Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) desde 1.964, Colegiado en el C.O.A.M. con el nº 1.625, Profesor de la E.T.S.A.M. desde 1.965, Doctor Arquitecto por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) desde 1.968 y Catedrático numerario de Proyectos, Diseño y Cálculo de Estructuras III de la ETSAM desde 1.973.

Ha sido Subdirector de la ETSAM (1980-1983), Vicerrector de la Universidad Politécnica de Madrid (1983-1984), Director de la ETSAM (1991-1994 y 1994-1999), Director del Master en Conservación y Restauración del Patrimonio Arquitectónico y Urbano en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (1994-2006), Director del Departamento de Estructuras de la E.T.S.A.M., Director del Master de Estructuras que se imparte en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (1996-2010) y Presidente del Instituto Juan de Herrera de la ETSAM (1993-…)

Ha desempeñado en asociaciones profesionales los cargos de Secretario del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, Secretario de la Hermandad Nacional de Arquitectos y Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid desde el 2002 hasta el 2007.

Pertenece a las asociaciones científicas Internacional de Estructuras Laminares y Espaciales, IASS. y a la Española del Pretensado. También al Comité de redacción de la revista A & V y al Comité de redacción de la revista Arquitectura Viva. Es Presidente del Club de Debates Urbanos y Director/Presidente de la Sociedad Española de la Historia de la Construcción desde 1996 hasta el 2003.

En Octubre del 2010 es nombrado Colegiado de Honor del COAM.

En Noviembre del 2011 le hacen entrega de la Medalla del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE).

Actualmente es profesor Emérito.



jueves, 31 de enero de 2013

Bunker de la Guerra Civil ahora visitable


Artículo publicado en EL PAIS por Rafael Fraguas el 26 de enero de 2013

"El búnker abre sus puertas"


A partir de hoy, lugareños y forasteros pueden visitar en la localidad madrileña de Colmenar del Arroyo, a 50 kilómetros de Madrid en dirección a San Martín de Valdeiglesias, una de las fortificaciones bélicas mejor conservadas de las construidas en la región durante la Guerra Civil finalizada en 1939. El baluarte acaba de ser integrado en el Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid, que incluye 18 enclaves de alto valor arqueológico que abarcan desde la prehistoria hasta el siglo XX.
El fortín colmenareño, de excelente calidad documental por su estado de conservación, es el primer elemento arqueológico contemporáneo incorporado al Plan de Yacimientos Visitables, un programa arqueológico iniciado hace una década, que ha implicado un desembolso de 5,8 millones de euros; concierne a 26 municipios de la región y se propone recuperar la historia local y estimular el turismo cultural hacia las localidades pequeñas de la Comunidad de Madrid.
Así lo anuncia la consejera de Empleo, Turismo y Cultura del Gobierno regional, Isabel Mariño, que en la mañana de ayer inauguró las visitas al fortín junto con una treintena de alcaldes de la zona y de otras áreas.
El bastión de Colmenar del Arroyo recién reinaugurado y denominadoBlockhaus 13, fue construido en dos meses a partir de diciembre de 1938 por una compañía de zapadores del Ejército de Franco sobre uno de los márgenes de la carretera que une Fresnedillas con Colmenar del Arroyo. Su finalidad era la de albergar una treintena de combatientes que tenían la encomienda de detener un posible avance de las tropas republicanas. De unos 13 metros de diámetro, se distribuye en cuatro semiesferas blindadas de piedra y hormigón común, provistas cada una de troneras apaisadas e invertidas para fusilería y ametralladoras, orientadas en cuatro direcciones. Un deambulatorio conecta las estancias. El baluarte, surcado por pasillos de menos de dos metros de altura, se muestra forrado con una capa de piedra y hormigón de hasta 80 centímetros de espesor capaz de resistir artillería de proyectiles de hasta 155 milímetros de calibre.
Las estancias han sido saneadas de los lodos y grafitis que las embadurnaban, en una actuación de la Dirección General de Patrimonio de la consejería. El acceso, bajo tierra, está reforzado con hormigón armado. Las visitas son libres y gratuitas.


Robert Adams: el lugar donde vivimos. Expo en el Reina


Artículo publicado en EL PAIS por Elsa Fernandez-Santos el 15 de enero de 2013

"La gran novela americana es una foto"


Los ríos, los álamos y chopos, los caminos y carreteras, el tendido eléctrico, los bosques talados, el cementerio, la escuela abandonada… quizá la gran novela americana no está en manos de un escritor sino en la mirada lacónica, concisa y austera de un fotógrafo solitario, Robert Adams, el hombre que lleva cuatro décadas (nació en Nueva Jersey en 1937 y hoy vive en la otra punta del mapa, en el noroeste de Oregón) intentado escrutar el paisaje de las llanuras. Su primera retrospectiva en Europa, desde ayer y hasta el 20 de mayo en el Museo Nacional Reina Sofía, brinda todo el dolor, conocimiento y épica que requiere uno de los misterios más insoldables de la cultura moderna: el Oeste Americano. “En este paisaje el misterio es una certidumbre, una certidumbre elocuente”, escribe el fotógrafo, poco amigo de viajar más allá de su territorio.
Robert Adams: el lugar donde vivimos ocupa 10 salas de la tercera planta del Reina Sofía. Más de 300 fotografías de pequeño formato y más de 40 libros dispuestos en un espacio expositivo que, como el paisaje que describe Adams, resulta tan luminoso como huraño. Al llegar, uno solo percibe la inmensidad, pero al acercarse a las series de fotografías (que requieren tiempo y foco), las imágenes dejan de ser diminutos puntos en ese mapa que nos guía de sala en sala, de pueblo en pueblo, de historia en historia. La vastedad del territorio se resuelve entonces como la del propio hombre, el que mira y el que dispara. “Las fotografías de Adams se leen”, afirma Joshua Chuang, comisario de la exposición y uno de los responsables de la catalogación de su obra en la Yale University Art Gallery. “El montaje de esta exposición es el más hermoso que jamás he visto de Robert Adams, es una novela épica de la historia de Estados Unidos. Cada sección es un capítulo de esa gran historia. Un recorrido íntimo, sin más información que algunos textos del propio artista, que nos lleva a preguntarnos por los lugares donde vivimos”.
'Kerstin junto a un tocón maduro, Coos County, Oregón', 1999-2003, de Robert Adams. / YALE UNIVERSITY GALLERY
Chuang explica que la idea del título de la exposición, esos “lugares donde vivimos”, surge del prefacio que el crítico e historiador John Szarkowski, director del Departamento de Fotografía del MoMA entre los años sesenta y noventa y uno de los impulsores de la carrera de Adams, escribió para el fotolibro New West(1974): “Su moral es que el paisaje es para nosotros el lugar donde vivimos. Si lo hemos usado de mala manera no podemos despreciarlo sin despreciarnos a nosotros mismos. Si hemos abusado de él, destruido su salud y construido en él monumentos a nuestra propia ignorancia, sigue siendo nuestro lugar, y antes de poder seguir adelante tenemos que aprender a amarlo”.
Adams fue un niño enfermizo que a los 15 años se trasladó con su familia al estado de Colorado. Ahí descubre las grandes llanuras y ahí descubre también la incontrolada mano del hombre en la ciudad de Colorado Springs. Se traslada a California para estudiar literatura y regresa en los años sesenta a Colorado como maestro. “Al igual que muchos otros fotógrafos, comencé a hacer fotografías porque quería documentar aquello que contribuye a la esperanza: el insondable misterio y la apabullante belleza del mundo”, escribe Adams. “Sin embrago, a lo largo del camino la cámara captó también pruebas en contra de la esperanza, y al final concluí que también eso formaba parte de las imágenes si quería que fueran veraces y útiles”.
“En 1975, la exposición Nuevas topografías: fotografías de paisajes alterados por el hombre cambió la percepción del paisaje que hasta entonces ofrecía la fotografía”, explica Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía. “Estaban Nicholas Nixon, Lewis Baltz, Bernd y Hilla Becher... pero por encima de todos destacó Robert Adams, un fotógrafo que sigue siendo un desconocido en nuestro país. No hay concesión romántica ni idealista en su trabajo. Su realidad es la de un cartógrafo. Trabaja como un antropólogo o etnólogo, a la manera que expresó Lévi-Strauss”. “El paisaje”, añade, “es el elemento que le permite cuestionar la modernidad. En su trabajo hay belleza, tragedia, desesperanza y esperanza. Nada más cercano a la actualidad”.
Una contradicción que el propio Adams apunta en un texto situado al final del recorrido, que para João Fernandez, nuevo subdirector del centro, concentra “la ética” de su obra. En el prefacio de su libro The place we live, Adams cita un verso de Hölderlin (“vivir es defender una forma”) que le podría servir, dice, de “epígrafe”: “A lo largo de la historia, el arte ha sido un elemento de esa defensa, un testimonio de nuestros esfuerzos por encontrar la armonía en las contradicciones aparentes”. Y así vuelve a las mismas preguntas: “¿Por qué lo arriesga todo el autor? ¿Por unos sucesos que no puede tolerar? ¿Por una promesa? ¿Por una persona, una estación o un libro? ¿Por un árbol o una carretera?”
En uno de sus viajes a Keota, Colorado, Adams se encontró con la tumba de un hombre que había conocido en las llanuras. En la lápida puso: “Clyde L. Stanley. Keota, mi hogar durante 63 años”. El laconismo de la frase fascinó al fotógrafo. “Seguramente reflexionó mucho antes de decidir que era lo más imporante, y supongo que recordaría la ventisca que había contemplado a través de las ventanas, el aroma de la salvia después de los aguaceros de verano, las conversaciones que había mantendo con los vecinos. El lugar: él era ese lugar a través del amor que le profesaba”.
Después de todo, a la gran novela americana quizá le basten unas pocas palabras.