miércoles, 5 de septiembre de 2012

Zaha Hadid en Madrid. Exposición


Articulo publicado por Fietta Jarque en EL PAIS el 3 de septiembre de 2012

Fantasía geométrica de Zaha Hadid
Más que una exposición al uso, la sala parece un escenario de fantasías geométricas. Las formas fluidas y sólidas de Zaha Hadid son capaces de crear un ambiente envolvente y a la vez atomizarse en la individualidad sorprendente de cada una de las piezas. La arquitecta más famosa del mundo, la única mujer que ha obtenido el premio Pritzker —el Nobel de la Arquitectura— muestra en Madrid algunos de los aspectos menos conocidos de su trabajo. Pinturas, esculturas y mobiliario que rompen con las convenciones e invitan a inventar su uso.
Hadid (Bagdad, 1950) ha construido edificios que desafían la norma y los conceptos espaciales. Si el futuro no estuviera tan devaluado, se podría adscribir a ese tiempo utópico la realidad que imponen sus formas de líneas onduladas y bruscos cortes. Una búsqueda que parte del paisaje y la topografía y se concreta en materiales adecuados a esa flexibilidad. Lo mismo se puede decir de sus objetos de diseño, aunque lo cierto es que los límites entre diseño, pintura y arquitectura son difusos. O casi inexistentes. “Todas mis pinturas están relacionadas con la arquitectura”, deja claro Zaha Hadid. “En su momento fueron una especie de bocetos muy elaborados o representaciones de cada proyecto. Quería hacer unas presentaciones fuera de la norma, más conceptuales, aunque no creo que tengan mucho sentido por sí solos”, afirma.
Se equivoca. Sin saber cuál es su origen o función, las pinturas que se presentan en esta exposición titulada Zaha Hadid. Beyond Boundaries. Art and Design, en la galería madrileña Ivory Press (Comandante Zorita, 48) sí tienen la entidad de una obra de arte. Evocan la audacia del suprematismo o el constructivismo ruso de principios del siglo XX, con un marcado colorido que saca a relucir cualidades poco evidentes en el trabajo de la arquitecta iraquí.
Hay tres muros bajos donde se alinean unas pequeñas torres blancas. Unas son variaciones formales de las otras. Delicadas esculturas, caprichos geométricos moldeados en nailon por una impresora de objetos tridimensionales. “Estos fueron en principio dibujos bidimensionales manipulados”, explica, y quiere señalar que las facilidades tecnológicas de hoy no remplazan a la creatividad. “Hay un malentendido general y es que a veces puedes hacer un diseño manipulando una geometría, pero no se puede pedir al ordenador que haga el diseño él solo. Lo más interesante en este momento es esa traslación a la forma y la conexión entre la idea proyectada a gran escala. Antes se podía hacer, pero llevaba mucho más tiempo”.
“La mesa transparente —Liquid Glacial Table— también se hizo a partir de un modelo de 3D pero el plexiglás está fundido en esas formas”, continúa. “Es como hacer pintura tridimensional y eso me parece muy estimulante. Concibes un pequeño modelo que puede convertirse en uno de mayor tamaño y hasta en un edificio. No hemos conseguido todavía la tecnología que nos permita hacer un edificio completo a partir de un modelo, pero ya se puede trabajar en estas versiones ampliadas en los detalles y materiales de la fachada, en la estructura”. Sí, toda pregunta por sus diseños desemboca en su relación con la arquitectura y el urbanismo.
Hay piezas que trepan por la pared y ocupan parte del techo, como el Plan Maestro para Estambul, el Kartal Pendik Masterplan. “Los planes maestros son análisis del potencial de crecimiento de las ciudades, dónde deberían darse las concentraciones. Lo que me parece interesante es que la representación gráfica en este caso se convirtió eventualmente en el germen de un edificio".
Señala un muro donde está desplegado su Plan Maestro para Madrid. Unas pinturas que proponen cierto desarrollo urbanístico de la capital española que hizo en los años noventa y que ahora ha completado con unos cuantos acrílicos de sectores como el Paseo de la Castellana u otras perspectivas. “Hay un análisis de Madrid a partir del casco histórico y del crecimiento del extrarradio. Nosotros trazamos una especie de corredor hasta el aeropuerto y nuevas áreas de desarrollo. Es interesante en este proyecto la conexión de paisaje y objeto, un repertorio que surge a partir de las ideas de paisaje”.
Otros objetos de la exposición parecen piezas escultóricas de pared, pero no son solo eso. “Las estalactitas y la pieza de pared fueron hechas para una casa en California. Son pequeños relieves ampliados, de manera que te puedes sentar en ellos. Es la idea de que puedes hacer un objeto de arte de una forma arquitectónica y a la vez ser un mueble”.
Visita la expo en galería Ivory Press, Madrid

martes, 4 de septiembre de 2012

Soto y Maroto, viviendas sociales en Méndez Álvaro (Madrid)


Articulo publicado en Arquitectura Viva.com el 3 de agosto de 2012

Estas nuevas viviendas de protección oficial levantadas en el barrio de Atocha, al norte de la calle Méndez Álvaro, proponen una ruptura de la homogeneidad de los bloques construidos en la zona. Paralelo al trazado del ferrocarril en su llegada a la estación de Atocha, el solar es medianero con un edificio de viviendas al oeste, constituyendo juntos la última línea de construcción urbana al sur de las vías.
La variación formal con respecto a otros bloques y la influencia del trazado férreo son los factores principales que determinan la volumetría del edificio. La morfología del solar permite aplicar el modelo de vivienda pasante de doble orientación, pero la relación de las viviendas con el exterior varía según la altura a medida que disminuye su cercanía a las vías, por lo que se plantea la inclusión de otro tipo para los niveles superiores: un modelo de vivienda aislada que repropone el ático con terraza para VPO. La inserción de este modelo en las plantas altas fragmenta la linealidad de las fachadas, creando un skyline de escala reducida que remata el contorno del bloque. La brecha vacía de las vías de tren permite tomar perspectiva suficiente para observar este perfil desde la distancia, resaltando entre las cornisas lineales y unitarias.
Por su parte, los acabados del edificio se ordenan según una escala de percepciones a larga y corta distancia. La elección del material exterior —piezas de aluminio extrusionado en dos colores— responde a la condición de borde urbano, buscando la percepción abstracta sobre el observador a larga distancia. El color de las piezas de fachada se oscurece en los planos retranqueados de las últimas plantas para romper visualmente su continuidad, reducir la escala y reforzar la verticalidad en el perfil lejano. La envolvente del bloque se realiza con un sistema constructivo unitario para optimizar costes y rendimientos. Las fachadas son ventiladas con doble aislamiento, y responden a su orientación con mayor o menor apertura de huecos.
Sin embargo, en el contacto cercano con el edificio se ha buscado la calidez de materiales más tradicionales como la madera. Los portales de acceso, considerados como puntos de encuentro e identificación de la propia casa con el plano urbano social, son diferentes para remarcar una identidad individual y escapar de la percepción de vivienda en serie. Entre ellos, un amplio espacio vacío y cubierto sirve para ponerlos en relación con el suelo público; este colchón de aire pretende ser un escenario para la vida y encuentro de la comunidad.

Madrid. la ciudad que no llegó a ser


Artículo publicado por Elene G Sevillano en EL PAIS, el 18 de agosto de 2012
"La ciudad que no llegó a ser"
Ya son más de las seis de la tarde, pero al vigilante que se apresta a salir de la caseta al encuentro de la extraña le rezuma el sudor por las patillas: “Aquí solo estoy yo; las obras están paradas”, informa solícito. “No hay nada que ver”. A su espalda se levantan las Cuatro Torres, moles de casi 250 metros de altura que jalonan la entrada norte a la capital por la Castellana. Entre ellas y la tórrida garita del vigilante, un agujero de tamaño colosal: 33.000 metros cuadrados destinados al futuro Centro Internacional de Convenciones en los que, como mucho, se adivinan unos cimientos de hormigón. “Nuevo icono arquitectónico de Madrid”, lo definió el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón cuando colocó la primera piedra, en 2008.
Fue de los primeros proyectos en caer. Año y medio más tarde, el alcalde anunció que fulminaba 600 millones del presupuesto destinados a obras. El centro de convenciones y al estadio de Vallehermoso, entre otros, debían esperar tiempos mejores. En algunos casos ha sido la crisis; en otros, la falta de entendimiento con otra Administración; hay proyectos que, simplemente, cayeron en el olvido. La capital ha conseguido sacar adelante —a costa de acumular una deuda monumental— las iniciativas que impulsaron su transformación urbana: el soterramiento de la M-30, Madrid Río, la reforma de Serrano, peatonalizaciones en Arenal y Ópera, Callao y Fuencarral... Pero hubo planes e ideas que se quedaron por el camino. Un Madrid que se soñó pero no fue y que, en algunos casos, ya no será.
“Nos hemos permitido el lujo de hacer cambios importantes en la ciudad. Los más radicales, los que han transformado su fisonomía, conseguimos hacerlos justo antes de la crisis”, reconoce la coordinadora general de la Oficina de Planificación Urbana del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz Lobón. La ciudad sigue albergando proyectos, aunque vayan para largo: reformar la degradada plaza de España, abrir nuevas vías de conexión entre el centro y el río... La prioridad son los proyectos “de cara al turismo y la imagen de la ciudad”, señala. El resto, los que no son ni básicos ni imprescindibles para generar esa imagen, deben esperar. “No hay dinero”, repite Lobón varias veces durante la conversación.


Recreación del Centro Internacional de Convenciones
» Centro Internacional de Convenciones. “Era un proyecto muy ambicioso”, dice de él, conjugando en pasado, Emilio Tuñón, uno de los arquitectos (junto con el recientemente fallecido Luis Mansilla y Matilde Peralta) que ganó el concurso de ideas que convocó el Ayuntamiento en 2007. “Tratamos de rematar todo el entorno de las Cuatro Torres, que miden más de 200 metros, así que no se podía trabajar como en un casco urbano. Reclamaba una escala mayor”. El espectacular edificio circular, de 120 metros de altura, iba a albergar tres auditorios (uno de hasta 6.000 plazas) y un aparcamiento para 5.000 vehículos. Costaría 300 millones de euros. “Somos muy posibilistas”, responde Tuñón a si están decepcionados por el parón del proyecto. “Con esta situación económica, a lo mejor lo que Madrid requiere es otro tipo de equipamiento, más social. A veces es bueno parar y repensar. El tiempo también es material de construcción”. Los trabajos están parados; el Ayuntamiento no sabe cuánto tiempo seguirán así. “A ver si se puede abaratar”, apunta Lobón. UPyD afeó al Consistorio en junio que lleve gastados 99 millones “en un agujero” que no da ningún servicio al ciudadano.


Maqueta del coliseo de las Tres Culturas
» Coliseo de las Tres Culturas.En lugar de agujero ciclópeo, lo que queda hoy del proyecto conocido con el grandilocuente nombre de Coliseo de las Tres Culturas es un enorme solar vallado, con algún arbolito solitario, en pleno barrio residencial de Canillas (Hortaleza). El Ayuntamiento recalificó dos parcelas y se las cedió en 2002 y por 50 años al ventrílocuo y empresario teatral José Luis Moreno, que proyectaba construir un gran centro artístico con tres teatros, un museo de arte, un conservatorio de música, varias salas de exposiciones, una escuela de arte dramático... “Emblema vivo y carismático de la ciudad del siglo XXI, logrando que su imagen sea identificable en los cinco continentes”, lo describe la página web, aún activa. “Le faltó financiación y el Consistorio recuperó el solar”, resume Lobón. El contrato se resolvió definitivamente hace un año, aunque quedaron algunas deudas por medio: el caso está en la Agencia Tributaria municipal.
“En este barrio hacen falta cosas así”, afirmaba la farmacéutica de Parque Conde de Orgaz, frente al solar, el jueves pasado. “Hablé con Moreno hace unos años y estaba entusiasmado con construir los teatros”, añadía. El Consistorio nunca lo tuvo tan claro. “Ni siquiera los vecinos estaban de acuerdo con el proyecto”, dice Lobón. La parcela, de uso dotacional, espera que el Ayuntamiento decida su uso futuro.


Recreación del templete de la Red de San Luis. © Ayuntamiento de Madrid
» Templete Red de San Luis. “Hace unos años llamaron del Ayuntamiento de Madrid. Querían recuperar el templete, pero dijimos que el original no se llevaba, que podían venir a estudiarlo y hacer una réplica”, relata Urbano González, coordinador de la Alcaldía de O Porriño, municipio pontevedrés en el que nació Antonio Palacios, autor del Círculo de Bellas Artes, del Palacio de Correos y del célebre templete de la Red de San Luis que durante décadas (entre 1919 y 1970) albergó el ascensor de la estación de Metro de Gran Vía. La obra, con cuerpo de granito y marquesina de hierro y cristal, se desmontó y cuando O Porriño la reclamó se trasladó piedra a piedra. Hoy adorna —sin marquesina, que no viajó a Pontevedra— un parque en el centro de la localidad.
La hemeroteca desvela que ya se hablaba de reconstruir el templete a finales de los años noventa. En 2008, Alberto Ruiz-Gallardón incluyó la réplica en la presentación de la futura peatonalización de la calle Fuencarral.“Ahora, una nueva generación de madrileños podrá disfrutar de un nuevo símbolo cuya función será identificar la entrada a este eje peatonal, al que ahora se incorporará un nuevo tramo de la calle Fuencarral”, dijo. “Está olvidado. La comisión de Patrimonio no admite reproducciones de obras antiguas”, dice Lobón.


Proyecto de reforma de la plaza de los Mostenses.
» Plaza de los Mostenses. En la parte trasera de la Gran Vía hay una plaza que no parece tal. El mercado de los Mostenses, un anodino edificio de ladrillo visto, ocupa prácticamente todo el espacio que se abre entre la plaza de España y la calle San Bernardo. Necesita una reforma, han reconocido siempre en el Ayuntamiento. El anteproyecto que la Oficina de Centro encargó al estudio de arquitectura Espegel Fisac pasaba por derribar el mercado y levantar un edificio acristalado con biblioteca, piscina, mirador... y liberar buena parte de la plaza. Costaría 30 millones de euros. “Siempre se ha dicho que solo era un banco de ideas; hoy no es un proyecto como tal”, sostiene Lobón. El dinero, una vez más, decidirá qué se hace en el futuro con la no-plaza del mercado. Sus comerciantes, de momento, se están reuniendo con el área de Economía del Ayuntamiento para ver si pueden, al menos, reformarlo por dentro.


Solar en el que se iba a construir el Estadio Vallehermoso. / CARLOS ROSILLO
» Estadio de Vallehermoso. Los 46 años de historia del estadio de Vallehermoso acabaron bajo la piqueta en 2008. Se demolió porque su reconstrucción era inminente: más moderno, con más capacidad. Pero se cayó de los presupuestos en 2010. Ahora una empresa construye un polideportivo en el solar: tendrá piscina, gimnasio y salas de pádel. Pero no habrá estadio. “Ya no es una opción”, admite el Consistorio.
» Eje Prado-Recoletos. Posiblemente, el conflicto entre Ayuntamiento y Comunidad que más titulares ha dado a la prensa local en la última década. Gallardón declaró una zona del paseo Bien de Interés Cultural (BIC) en 1998 para tener la última palabra en cualquier obra de reforma. Entonces era presidente de la Comunidad. Ya de alcalde, aquella decisión le dio en la cara como un bumerán. El paseo del Prado, tal y como ha denunciado recientemente el PSOE, está degradado: pavimento levantado, jardines de aspecto descuidado... Y soporta demasiado tráfico.
En esas cuestiones incide Ricardo Aroca, arquitecto y ex decano del Colegio de Arquitectos de Madrid: “La ciudad sobrevive sin estos proyectos. Me preocupa más una cosa más elemental y sencilla, el primer signo de decadencia de una ciudad: que las aceras no se arreglen y los baches no se rellenen. Y esa falta de mantenimiento empieza a verse ya”. Aroca cree que también en este ámbito hubo burbuja: “Sin esta inflación de dinero fácil estos años nunca se hubieran acometido determinados proyectos. Hay hipertrofia”. Tuñón opina algo parecido: “Hubo un momento en que se construyó demasiado deprisa. Ahora se hacen las cosas con mucha más mesura y racionalidad”.
El proyecto de Álvaro Siza para el eje data de 2002. Está ejecutado el 60%. Todo, menos la parte BIC, la de los museos, por donde transitan miles de turistas. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre debería haber redactado una declaración de impacto ambiental en abril del año pasado. Pasado el plazo, el silencio equivale a denegación. Pero en el Ayuntamiento siguen esperando. “La Administración tiene la obligación de responder y nosotros no cejamos en nuestro empeño”, dice Lobón. A la vez, reconoce que prisa por ponerse a ello no hay. Y remata con la frase más popular de los últimos tiempos: “No hay dinero”.

Troche y Noche en Matadero. Historias de Madrid


Esta actividad promete:


ESCARAVOX OFICIAL. La indefinida y experimental plataforma nowwwh se desvirtualizará temporalmente para compartir una velada con tres artistas vinculados a Madrid, presentes para mostrar tres piezas de vídeo y tres acciones inéditas. Fermín Jiménez Landa hablará de distancias y conquistas, y con ayuda de una médium invocará el espíritu de Félix Rodríguez de la Fuente para responder a algunas preguntas. Maite Angulo dará voz a Historias anónimas de Madrid, una recopilación de recuerdos relacionados con la ciudad (aún puedes enviar el tuyo ahistoriasanonimasmadrid@gmail.com) y mostrará los resultados de El PregónLucía Antonini compartiráCuentos chinos, una serie de historias tradicionales leídas por inmigrantes y sus hijos afincados en nuestro país, seguida de una última acción sorpresa. Finalizado el encuentro presencial, el proyecto continuará en la plataforma virtual de nowwwh. La unión entre lo in situ y loonline.


06 de septiembre
Lugar: Terraza Matadero.
Hora: 21 horas.
Precio: Entrada libre. 
Institución:
Matadero Madrid

Comisariado por el colectivo ¡Ja!


Cierra el Museo de la Ciudad de Madrid

Artículo publicado por Pilar Álvarez en EL PAIS el 3 de septiembre de 2012:

"Con las maquetas a otra parte"


Son como retazos de una ciudad a trozos. Al imponente edificio gris que alberga la centenaria mercería Pontejos se le ven los hierros traseros, el Paseo de la Castellana con los edificios circundantes del tamaño de un pulgar está partido en dos. La Puerta de San Vicente a escala, sin la plataforma inferior, descansa sobre el suelo desnudo de mármol. La circunferencia de la plaza de toros de Las Ventas está separada ahora en dos medias lunas junto a un hombre real que lee un libro en una silla a tamaño natural.
Son las piezas del puzle que, durante 20 años, conformaron el Museo de la Ciudad de Madrid, clausurado en julio por escasez de presupuesto y por su “falta de calidad”, según el Área de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, que anunció el cierre para destinar sus recursos a terminar otras obras. Las maquetas, en las que empieza a posarse el polvo, estaban listas para el traslado a mitad de la semana pasada.
“Van todas a un almacén de Matadero”, explica el responsable de los traslados. Los ocho empleados del museo serán reubicados, según una portavoz municipal. La mitad de ellos ha estado en agosto mano sobre mano en unas instalaciones fantasma que sufrían cortes de luz, según denuncia una de las empleadas, que pide anonimato. Los otros se fueron de vacaciones.
El Museo de la Ciudad era una de las siete instalaciones municipales dedicadas a la historia y arte de Madrid junto al templo de Debod, entre otros. Todas esas dependencias recibieron 680.000 visitas en 2011, un 13% más que un año antes. El Museo de los Orígenes sigue abierto y el de Historia, el más grande, está cerrado a cal y canto en la calle de Fuencarral desde 2008 por obras. La previsión es abrirlo en 2014. El de la Ciudad, ubicado en la calle Príncipe de Vergara, está en fase de desmontaje. El Área de Las Artes argumentó que necesita “una importante inversión” para su mejora que resulta imposible de conseguir. Construir el edificio que el exalcalde José María Álvarez de Manzano inauguró en 1992 costó 2.200 millones de pesetas (13,2 millones de euros) y la colección se valoró en la inauguración en 800 millones (4,8 millones de euros).
El coste de una maqueta oscila según las horas de trabajo que se emplea en su elaboración. “Las hay de 2.000 y otras que superan los 100.000 euros”, explica el maquetista Jorge Queipo, que alerta de que el mantenimiento en un almacén es complicado. “Estas piezas son como un piano, requieren mucha atención”, dice. “El deterioro es muy rápido si no se cuidan bien, pero un embalaje adecuado no debería perjudicarlas”, añade José Luis Alcoceba, también maquetista.
Una portavoz del Área de Las Artes asegura que las piezas se repartirán entre otros museos y dependencias municipales a partir de este septiembre y que el almacenamiento es transitorio.

Zaha Hadid para la vuelta de la vacación


volvemos de vacaciones, después de un merecido stop, y con algo  inmediato: una mesa redonda en ivory press con Zaha Hadid!! Ya!!!!

Noticia publicada en http://www.ivorypress.com

Mesa redonda - Zaha Hadid. Beyond Boundaries, Art and Design
04/09/2012
En el contexto de la exposición Zaha Hadid. Beyond Boundaries, Art and Design, se celebrará una mesa redonda en la que participará Zaha Hadid, arquitecta fundadora de Zaha Hadid Architects; Patrik Schumacher, arquitecto y socio de Zaha Hadid Architects; Kenny Schachter, comisario de exposiciones y comisario de la muestra que acoge Ivorypress; Norman foster, arquitecto y fundador de Foster + Partners; Luis Fernández Galiano, arquitecto y Catedrático de Proyectos en la ETSAM y Elena Ochoa Foster, fundadora y directora de Ivorypress.

El hilo conductor de la charla será la personal y poco ortodoxa visión del mundo de la arquitecta iraquí afincada en Londres. Hadid está interesada en los puntos de contacto entre arquitectura, paisaje y geología y su práctica integra tanto la topografía natural como los sistemas creados por el ser humano. Sus creaciones transforma nuestra visión del futuro con nuevos conceptos espaciales y formas audaces y visionarias.

La arquitecta iraquí firmará libros en la librería al finalizar la mesa redonda.

Convocatoria: Martes 4 de septiembre de 2012, 12:30 h
Lugar: Ivorypress Space. C/ Comandante Zorita 48 28020 Madrid

La mesa redonda será en inglés. Aforo Limitado. Se ruega confirmación - opening@ivorypress.com

lunes, 2 de julio de 2012

De nevera para el ganado a innovadora Casa del Lector

Artículo publicado por M. José Díaz de Tuesta en EL PAIS el 30 de junio de 2012


Desde muy joven fue un visionario. Germán Sánchez Ruipérez, fundador de Anaya y uno de los grandes nombres de la edición en España y Latinoamérica, empezó su periplo en la librería Cervantes, propiedad de sus padres en Salamanca. Comenzó casi de cero. A los 14 años tuvo que dejar de estudiar para ayudar a su padre, que no podía contratar a un empleado. A fuerza de empaparse de libros de contabilidad y gerencia, fue construyendo una carrera que acabaría revolucionando el mercado de la edición y, en particular, el área educativa y los libros de texto. Renovó la red de distribución y disparó las ventas. Llamó a Fernando Lázaro Carreter y le encargó el que sería el manual más famoso de gramática. Y logró, pateándoselas una a una, que esa librería abasteciera a un buen número de universidades. A finales de los años cincuenta, cumplió el sueño de ser editor. “Soy el clásico self made man”, decía.



El gran editor, empresario y mecenas murió en 2002 siendo presidente de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que había fundado 20 años atrás. Para entonces había vendido el Grupo Anaya y, adelantándose una vez más a los tiempos, sentó las bases de la futura Casa del Lector. A la hora de emprender esta su última aventura, que se inaugurará este octubre, tuvo claras dos cosas: que debía ir de la mano de la Administración y que sería el foco de investigación y vanguardia en torno al libro.
Acompañado de Antonio Basanta, director de la fundación, con quien trabajó 32 años, recorrió un año antes de morir varios edificios que ofrecía el Ayuntamiento de Madrid. No le convencía ninguno. Hasta que llegó a Matadero, que estaba en el último lugar de la lista. En cuanto lo vio supo que era el emplazamiento para su gran obra. De nuevo se anticipó, porque entonces las naves de Matadero eran escombro y ni siquiera se había soterrado aún la M-30. Mucho menos se habían iniciado las obras de Madrid Río.
En 2002, la Fundación firma un convenio con el Ayuntamiento por el cual este cede el suelo de cuatro naves de Matadero por un periodo de 25 años, a partir del cual se volverá a negociar. A cambio, la fundación correría con los gastos de la rehabilitación y construcción de los nuevos elementos, en total 26 millones de euros.
El proyecto del arquitecto Antón García Abril fue el elegido dentro de un concurso restringido al que fueron invitados cinco equipos. Las obras, que ya han finalizado y solo faltan remates, comenzaron en 2008. “Me encontré con una estructura en estado ruinoso, con la particularidad de que eran dos naves gemelas separadas entre sí y la respuesta arquitectónica tenía que resolver ese programa tan vanguardista que quería la fundación”, reflexiona el arquitecto. Optó por afianzar la estructura y no quedarse solo en un cambio cosmético, “porque este edificio tiene que durar un siglo y de ahí hacia adelante”. Esas dos naves partidas en dos ocupan 7.000 metros cuadrados en lo que era la nevera de Matadero, donde se congelaban las reses. Como el resto del edificio tiene la protección más alta (“como el Museo del Prado”, precisa el arquitecto) y por eso se requirió un esfuerzo titánico para renovar toda la instalación. “Estuve unas semanas que no dormía”, confiesa el arquitecto, “cuando las dos naves estaban suspendidas para hacer el recalce, para meterle debajo el hormigón”. Además de este material se ha utilizado en la rehabilitación ladrillo, granito, acero y madera, “buscando la extrema frialdad de una nave y hacerlo cotidiano”.
Una gran área blanca, diáfana y muy luminosa, es la primera parada. Podría pensarse que su destino es ser un espacio expositivo, y puede que así sea. Pero la idea central que recorre el edificio es que no haya compartimentos estancos, que entre los espacios y usos no haya jerarquías, que todos sirvan para todo. “Sería un error someter la arquitectura a un solo uso”, según García Abril. Este mismo principio se aplica a la zona de aulas (unas 20) destinada a los cursos de formación, equipada con pantallas digitales y una acústica especial. La segunda planta está destinada a la investigación, un área provista de cierta intimidad. “Pero sin perder la sensación de un todo lograda a base de puentes, calles porticadas y que nos lleva otra vez al río, al principio de conectividad, conectar gente e ideas, que late en la estructura del edificio”, precisa el arquitecto.
Una calle central, entre las dos naves, concebida como área de estar o de descanso, conecta ambas edificaciones a través de unas marquesinas ya existentes que, de nuevo, otorga una sensación de unidad. El diseñador Alberto Corazón, que se ha encargado de la gráfica y de dar color a las sillas y escaleras de acceso, ha pintado en las paredes de este pasillo un mural con palabras que recuerdan al editor y filántropo. Es la señal que indica que se ha accedido a la otra nave donde se ha ubicado la Fundación Sánchez Ruipérez. Esta cuenta con otras dos sedes, una en Peñaranda de Bracamonte, donde su fundador nació en 1926, y otra en la capital de la provincia, Salamanca.
Una discreta sala en la zona superior “era el espacio de Germán, pero lo sigue siendo, está presente. Sabía que no lo vería completo, pero eso para él era irrelevante”, reflexiona el arquitecto, que trabajó mano a mano con el fundador. “Esa relación entre cliente y arquitecto que uno desea y que es muy difícil de lograr, aquí ha sido inédita. Fue esencial cómo nos arrastró a todos a su mundo y nos hizo partícipes”.
En la misma nave se encuentra el auditorio, un espacio privilegiado cuya morfología abovedada y los prodigiosos efectos de luz que consigue reproducen lo que fue el origen, la hielera de Matadero. “Tiene esa cosa escenográfica que se necesita cuando congregas a gente”. Cuenta con una pantalla capaz de conectarse con todo el mundo, con las abrumadoras posibilidades que ofrece un ancho de banda de un giga simétrico.
El cometido de la Casa del Lector es muy claro. “No va a ser una biblioteca”, despeja su director, el exministro de Cultura César Antonio Molina. Sus funciones son tres, apunta el director: “Una, investigación en torno a la lectura, el libro y el mundo editorial; otra educativa, con cursos reglados, seminarios y talleres, y otra cultural, con exposiciones, proyecciones que contarán la participación de grandes escritores”. Esta magna obra, dedicada al mundo del libro, contará con 50.000 ejemplares de literatura popular española, los únicos que serán libros físicos. Porque su mentor intuyó que habría una migración muy importante de contenidos hacia lo multimedia y lo digital. Y Matadero se ha puesto al día. “Será la huella de mi paso por el mundo”, pronosticó el fundador.