La Junta de Gobierno de Madrid ha aprobado esta mañana una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para permitir que la antigua sede del Banco Español de Crédito y Central Hispano, ubicada en el cruce de las calles Canalejas y Alcalá, se convierta en un complejo de viviendas, hotel y centro comercial. El objetivo es, "trabajando de forma conjunta con la Comunidad, agilizar los plazos administrativos para recuperar un edificio histórico en situación de abandono, para potenciar la economía y crear empleo", según ha dicho esta mañana la alcaldesa, Ana Botella (PP).
La modificación aprobada hoy incluye un aumento del 2,15% de la edificabilidad, "necesaria para que el proyecto sea económicamente viable", según la regidora. En concreto, se ganan 1.000 metros cuadrados, hasta sumar 47.330 de superficie total. Ese aumento conllevará, como marca la ley, una cesión de suelo por parte del promotor al Ayuntamiento para equipamientos públicos. El proyecto se abre ahora a alegaciones públicas durante un mes, y deberá ser aprobado por el Pleno municipal y la Comunidad de Madrid (PP).
Los seis inmuebles afectados se convertirán en un único edificio con usos múltiples: un hotel de lujo, viviendas, una gran superficie comercial y un aparcamiento de 450 plazas. Para ello, se romperá la división horizontal que existe ahora entre ellos, "posibilitando la viabilidad de proyecto". La fachada de estos edificios está en trámite de ganar la protección como Bien de Interés Cultural por parte de la Comunidad. Respecto al resto, también se adecua pero en sentido contrario, dado que "las reformas interiores realizadas durante más de 60 años eliminaron los vestigios del pasado, creando superficies diáfanas que sólo dejaron a salvo elementos originales de forma puntual u aislada".
Pero la modificación urbanística no afecta únicamente a los inmuebles sino también al área de 18.870 metros cuadrados en la que se emplazan. Según explica el Ayuntamiento, la progresiva peatonalización del centro ha ido desplazando el tránsito de vehículos desde la Puerta del Sol a las calles de Sevilla y Cedaceros, y a la carrera de San Jerónimo. "Esto produce aglomeraciones de tráfico, además de una elevada cantidad de usuarios de autobuses de la EMT y del metro (más de 26.000 en 2012) en el entorno de la manzana de Canalejas", añade.
Por ello, el Ayuntamiento "estudia una actuación pública en la estructura viaria con el objetivo de mejorar el servicio público de autobuses, recuperar espacio para el peatón y reestructurar el espacio para circulación y estacionamiento de vehículos privados y la carga y descarga". El proyecto se presentará el próximo 4 de marzo.
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